viernes, 23 de enero de 2015

BESOS DE CINE Y VIDA


Mientras lanzaba sus exabruptos España entera, henchida de una moral oscurantista y pacata por todos los costados, el cine nos instruía en otra dirección más acorde con el fondo de una más sana educación que siempre es buena nueva si va en dirección correcta como en este caso.
Y fuimos, unos pronto, otros demasiado tarde, aunque nunca es tarde cuando la dicha del beso es buena, aprendiendo alguna de las cosas más esenciales del vivir y lo grandioso que es un beso de tornillo a media tarde, de madrugada, en noche cerrada o entre dos luces en todo tiempo y lugar.
Y el universo queda en suspenso porque no existe ningún planeta ni alrededor alguno ni el mañana ni el ayer ni nadie que te entretenga..., porque hasta el corazón y los pulmones se detienen olvidados de su latido constante y monótono hasta un final redondo.
Tú me das, ciega de amor, yo te doy, ebrio de todas mis esencias, tú y yo, yo y tú, amigos, amantes, juntos, inseparables, compañeros del ocio más gozoso, absorbiendo el líquido de la vida, los afectos más sensuales, la ternura infinita tras el roce de la piel a favor de la piel al mismo ritmo y en la idéntica dirección, la música callada en silencios alargados entrando por los oídos nunca tan afinados, sin pensar, solo sintiendo, sin sentir, solo embriagados, trascendiendo saberes y sentires.

Cuando recito los versos de Ángela Figuera:


Donde veas
que un niño ríe y besa a una muchacha
bajo la luna, el sol o el aguacero,
acércate en silencio y deja un trozo
del propio corazón junto a sus labios,

insisto a los que me escuchan, con frecuencia adultos y mayores, que se lo aprendan bien y nunca más piensen y digan eso tan feo y tonto: ¿No les dará vergüenza, porque entiendo que de las muchas cosas hermosas que hay en el mundo ésta se lleva uno de los mejores premios, tanto si es en plena oscuridad como si es a la luz del pleno sol.

2 comentarios:

Luis del Pozo dijo...

Ángel, algunos descubrimos el frío de la soledad, y cómo huir de ella, al ver por primera vez los besos en el cine. En un buen guión los besos se dan con los ojos cerrados, fuera de plano, porque todo lo que expresan no cabe en la pantalla, ya que algo tienen que ver con la vida, que es inmensa.

Un abrazo

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Uno de los comentarios mejores que he leído, gracias, Luis.