miércoles, 10 de diciembre de 2014

ENTRE LIBROS ANDA EL JUEGO



(Para una amiga anónima que me ha puesto una difícil tarea: escribir todos los meses, en mi blog, la reseña de lo que voy leyendo, cumplo esta vez, luego ya se verá, dedicatoria que hago extensiva para los demás amigos y amigas que os asomáis a este vuestro rincón)
Acabo de leer una buena novela de Julián Barnes, Hablando del asunto, en forma de monólogos de un triángulo amoroso con una mezcla sabia de ironía y compasión;
de releer Los libros y la libertad del maestro Emilio Lledó, con motivo de haberle concedido el Premio Nacional de las Letras, y nunca falla el maestro y sabio, como nadie, que nos trae y nos lleva hacia los grandes conceptos de la sabiduría griega;
el original y espléndido libro de Colm Toibín, El testamento de María, aunque me ha sabido a poco, porque creo que daba para mucho más, pero el autor ha preferido hacer una novela corta. A pesar de todo me ha parecido magnífico el punto de vista humano, a ras del suelo, entrañable, muy verosímil de María, la madre de Jesús de Nazaret, despojándola de todos los tintes mesiánicos, divinos, hasta sufriendo lógicamente la crucifixión de su hijo, pero desde lejos sin tenerle en sus brazos cuando le bajaron de la cruz y venerando a una diosa pagana, Artemisa, porque no entendía ni los milagros, ni esa muerte tan dolorosa y absurda. “Si bien todos coincidimos en que Colm Tóibín es uno de los mejores escritores vivos, solo quienes lean su último libro se percatarán de que, además, es un soberbio poeta. O dramaturgo, porque este reciente monólogo de María, la madre de Jesús de Nazaret, está pensado para ser representado en un teatro”, escribió Félix de Azúa, hace dos años, cuando salió el libro en inglés. Y efectivamente, cuando ya está traducido al castellano, en estos días, se representa en Madrid, en el Valle Inclán, a rebosar, y con la interpretación magistral de Blanca Portillo. El final contiene un diálogo prodigioso y verosímil entre María y un discípulo de Jesús:
- Murió para redimir al mundo... Su padre lo envió al mundo para que sufriera en la cruz.
- ¿Su padre?
- Su sufrimiento era necesario, pues así se salvaría la humanidad
- ¿Salvarse? ¿Quién se ha salvado?
- Quienes vinieron antes que él y quienes viven ahora y quienes aún no han nacido.
- ¿Salvarse de la muerte?
- Salvarse para la vida eterna.
- Ah, la vida eterna...
Y acabo de terminar de leer la última novela de Antonio Muñoz Molina, Como la sombra que se va: original, apasionante y honesta, se dice en la portada, y esta vez estoy totalmente de acuerdo. En paralelo las narraciones del crimen del asesino de Martin Luther King, James Earl Ray, y parte de la vida literaria y viajes a Lisboa del propio escritor, en donde acudimos a momentos de enorme sinceridad y transparencia que lleva con facilidad a que el lector indague en su propia biografía lo que convierte al libro en una magnífica catarsis al que lo lee hacia adentro, que es como hay que leer la gran literatura. Páginas impagables. Vengo diciendo, como otros muchos, que este escritor es uno de los grandes de la literatura actual, y esta novela lo refrenda una vez más. Gracias, Muñoz Molina, como siempre.
Altamente recomendable, pero leído con quietud e indolencia, como él mismo dice de Proust, para disfrutar de su última novela, tan maravillosamente escrita, y como alumno aplicado, acaba de manifestar el escritor de Úbeda, se ha puesto a leer de nuevo A la búsqueda del tiempo perdido

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias Angel por tus recomendaciones literarias.Siempre que ponías el libro que habías leído o leías yo intentaba imitarte y siempre me gustó la recomendación.Ahora haré lo propio,pero esta vez hay muchas y el nivel bastante alto pero lo intentaré.
Gracias....tu seguidora anónima.

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Gracias a ti, amiga. Un abrazo