PÁGINAS DEL LIBRO PRODIGIOSO DEL UNIVERSO
“Silenciar la escritura, salir de casa, caminar hacia el azar,
experimentar el tiempo como forma de creación, como otro modo de
expresar el mundo, la percepción como escritura íntima”.
Julia Otxoa
No deja de ser
la mar de saludable, mucho más de lo que intuimos, abandonar la tarea,
dejar el ordenador o la pluma, aparcar-silenciar la escritura u otros
cometidos de alto nivel y estima y salir de casa, caminar hacia el azar,
etc. etc. (y es de agradecer el texto humilde, pero brillante y
acertado de un escritor, escritora tenía que ser, valorando otras
experiencias de menor renombre).
Porque no solo se expresan los
sentimientos, las ideas, las emociones, la vida, el mundo… a través de
los garabatos aprendidos en la infancia, excelsos signos, tantas veces
geniales, tantas veces no tanto, sino que de forma callada, dejando
pasar y posar las cosas sobre la vista apaciguada, paseando la mirada a
ritmo de tortuga por cada esquina de la ciudad, del mundo o de tu misma
calle, dejemos que crezca hacia adentro la biografía como escritura sin
grafismos, íntima y plena.
Todos, queriendo y a derecho, o sin
querer queriendo a escondidas, vamos escribiendo-viviendo nuestras
personales e intransferibles memorias, decíamos ayer, si quieres humilde
diario, si prefieres biografía incompleta.
Quienes nunca
escribirán en el papel o en la pantalla nada de lo protagonizado
(siempre somos protagonistas de nuestra vida) conservan de igual forma
todo cuanto la memoria es capaz de retener y revivir. Ambas modalidades
nos sitúan entre la vida, el mundo y nosotros mismos, y al final de la
jornada el valor no sólo es sinónimo de precio, buenas artes, fama o
suerte. Con signos vivibles o signos invisibles vamos escribiendo
nuestra propia biografía. Y a medida de que las arrugas vayan
apareciendo en el rostro, sin descanso, las biografías se van ampliando y
hasta enriqueciendo, más páginas, pero sobre todo más densidad humana.
Y no olvides, yo intento no olvidar, lo que tan admirablemente nos dice Julia Otxoa en su poemario “La lentitud de la luz”:
“También la libélula y la lagartija
como el Quijote o Hamlet
son páginas del libro prodigioso del universo”.
¡Cómo olvidar esta verdad tan verdadera y prodigiosa! Efectivamente
todo lo que sale de nuestras manos: desde el planchado de unas camisas
blancas hasta el rosetón de una catedral gótica son páginas del libro
maravilloso del universo.
jueves, 23 de enero de 2014
A LA SOMBRA DE LOS MEJORES XXIV
Publicado por ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ en 13:24
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