sábado, 19 de octubre de 2013

A LA SOMBRA DE LOS MEJORES VIII


“Largo se le hace el día a quien no ama
y él lo sabe”.
Claudio Rodríguez

Es uno de mis poetas preferidos y a quien más leo, pero no recordaba para nada estos versos del poema Ajeno que me llevan a pensar y subrayar lo que leí hace tiempo a un crítico sobre este poeta zamorano (a quien tuve el honor de hacerle, hace años, una entrevista, en su casa del Barrio madrileño de Salamanca y apreciar su alta bonhomía y descubrir con placer y sorpresa cómo siendo tan gran poeta no ejercía de ello en ningún momento) que todos y cada uno de sus poemas no son buenos sino extraordinarios. Todos, sin excepción. De pocos poetas se puede decir con justicia y verdad esto. Pero vayamos al grano:
¿Cómo no va a hacérsele largo el día a quien no ama?
¿Qué sentido puede tener para él la vida?
¿Y cómo se puede soportar ésta si ni siquiera se ama uno a sí mismo, que es lo que primero y lo que más a mano tiene?
Y no nos vale lo de aquellos que se pasan la vida predicando amar a los demás y se la atraviesan sin amar a nadie en particular. Porque nos examinarán de amor al atardecer, al amanecer y en cada instante.
Largos días, insípidas noches, tiempo insoportable: “anda sólo con su fatiga”, “dice aire: / palabras muertas con su boca viva”, “Prisionero por no querer, abraza / su propia soledad”.
Y así termina el breve poema, añadiendo drama, noche, soledad y una casa deshabitada que se le viene encima:
“Día largo y aún más larga
la noche. Mentirá al sacar la llave.
Entrará. Y nunca habitará su casa”.
Belleza y profundidad a manos llenas como todos los poemas de este poeta.

No hay comentarios: