“Largo se le hace el día a quien no ama
y él lo sabe”.
Claudio Rodríguez
Es uno de mis poetas preferidos y a quien más leo, pero no recordaba
para nada estos versos del poema Ajeno que me llevan a pensar y subrayar
lo que leí hace tiempo a un crítico sobre este poeta zamorano (a quien
tuve el honor de hacerle, hace años, una entrevista, en su casa del
Barrio madrileño de Salamanca y apreciar
su alta bonhomía y descubrir con placer y sorpresa cómo siendo tan gran
poeta no ejercía de ello en ningún momento) que todos y cada uno de sus
poemas no son buenos sino extraordinarios. Todos, sin excepción. De
pocos poetas se puede decir con justicia y verdad esto. Pero vayamos al
grano:
¿Cómo no va a hacérsele largo el día a quien no ama?
¿Qué sentido puede tener para él la vida?
¿Y cómo se puede soportar ésta si ni siquiera se ama uno a sí mismo, que es lo que primero y lo que más a mano tiene?
Y no nos vale lo de aquellos que se pasan la vida predicando amar a los
demás y se la atraviesan sin amar a nadie en particular. Porque nos
examinarán de amor al atardecer, al amanecer y en cada instante.
Largos días, insípidas noches, tiempo insoportable: “anda sólo con su
fatiga”, “dice aire: / palabras muertas con su boca viva”, “Prisionero
por no querer, abraza / su propia soledad”.
Y así termina el breve poema, añadiendo drama, noche, soledad y una casa deshabitada que se le viene encima:
“Día largo y aún más larga
la noche. Mentirá al sacar la llave.
Entrará. Y nunca habitará su casa”.
Belleza y profundidad a manos llenas como todos los poemas de este poeta.
sábado, 19 de octubre de 2013
A LA SOMBRA DE LOS MEJORES VIII
Publicado por ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ en 7:40
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario