A LA SOMBRA DE LOS MEJORES VII

AQUÍ NADIE SE AVERGÜENZA, ¡QUÉ VERGÜENZA!

“La mayoría de las personas prefieren confesar los pecados de los demás”.
Graham Greene

Creerse más y mejor que los demás, además de imbécil y fatuo es basarse en fundamentos falsos, porque cualquiera, en cualquier caso, tiene algo que tú no tienes y está dotado de algo que a ti te falta.

Siendo sincero, e intento serlo, debo decir que no me creo, por todo lo dicho anteriormente, ni más ni mejor y, que en cuanto cometo alguna fechoría, grande o pequeña, algún error, más de una tontería e irresponsabilidad... ¿quién es el guapo que está libre de pecado?, no hago más que flagelarme casi-casi hasta la obsesión, procurando enmendar la plana. Puede que sea la educación recibida en los largos años, más que una cuaresma, del seminario que me tocó en suerte. Algo bueno tuvo.

Por lo que me siento, a la vez, avergonzado, (menos mal que vamos siendo muchos) cuando en la vida pública, y no digamos en la vida política, nadie se disculpa, pide perdón, se avergüenza y dimite, que sería lo elemental, sino que mira para otro lado, día sí y día también sin que se le mueva un solo pelo de su alma.

- ¡Qué imputado, con indicios hasta las cejas, se avergüenza de lo llevado, supuestamente, a mantas! Y tenemos imputados hasta en la sopa. No digo nombres porque los conoces igual que yo y llenaríamos algunas páginas. ¡Qué dolor!

- Salimos mal parados en el examen recientemente hecho por la OCDE sobre el nivel de preparación de la población española de 15 a 65 años y tanto el PP como el PSOE salen por peteneras mirando hacia otro lado, esto es, el PP arremetiendo contra la LOGSE, y el PSOE apelando al pasado franquista. ¡Qué vergüenza! Sobre el tema ha armado un buen artículo, como todos los suyos, Elvira Lindo, con el título: A LO SUYO, refiriéndose que, efectivamente, estos políticos, ay, van a lo suyo, y sigo yo: a lo suyo, en lugar de ir a lo nuestro, a lo de todos los ciudadanos de este país, que es al que deben servir y para eso se les paga.

- Nadie es capaz de recibir lecciones de nadie, y menos del adversario, ¿cuántas veces tenemos que escuchar con dolor y espanto eso de que “Vds. no son quienes para darnos lecciones”, cuando todos, me gusta decir, podemos recibir lecciones de todo hijo de vecino por muy mal vecino que sea?

- Ni se avergüenzan de las mentiras, véanse, las que algunos políticos días tras día no sueltan tratándonos como si fuéramos imbéciles, ni se avergüenzan de que cuando les preguntan qué es de las pensiones o de las tarjetas sanitarias a los inmigrantes, contesten: manzanas traigo ¡Qué vergüenza!