domingo, 29 de septiembre de 2013

A LA SOMBRA DE LOS MEJORES III


“Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites la risa”.
Pablo Neruda

No hay peor cara que una cara avinagrada, ni mejor rostro que un rostro con una sonrisa amplia que resucita a los muertos. No en vano la risa es uno de los mejores antídotos contra muchos males y la mejor invitación a entrar en un espacio cálido.
Ampliando el tema (asunto amoroso de pareja en el poema de Neruda y siguiendo su estela) diríamos con él que la risa es: rosa, lanza que desgrana, agua, ola de plata, espada fresca, cascada de espuma, flor azul, rosa de mi patria sonora...
Y allí donde falta la risa casi-casi no hay más que vacío, negra soledad, hastío y sequedad, pozo oscuro y tierra hollada, mar sin horizonte, sabor insípido, color ceniza, áspero tacto, sonido ronco, seco olfato.
El famoso psicólogo estadounidense, Daniel Goleman, da una explicación científica al viejo dicho: “Cuando sonríes, el mundo entero sonríe contigo”, porque son las neuronas espejos las que tienen la función de reproducir las acciones que observamos en los demás y en imitarlos. Poéticamente se adelantó Neruda y acertó, viniendo a decir que si ríes, río, y si no ríes me envuelve la tristeza con cierto tinte de muerte.
Pena me da que los animales no sepan reír, aunque sus caricias y su hambre de piel son como una sonrisa.

“... niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca,
porque me moriría”.

Tu risa, bellísimo poema de Pablo Neruda, que recitábamos, mi compañera y buena amiga, Mª Ángeles, y yo, en las veladas de los Campamentos de Personas Mayores, allá por la década de los 90.

2 comentarios:

El pastor de... dijo...

Precioso pero... cierro los ojos, bajo el volumen hasta hacerlo inaudible y entonces reiré a mandíbula batiente.

Un abrazo

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Gracias, Pastor, por ser tan fiel.