viernes, 5 de abril de 2013

QUÉ DIFÍCIL ES ESTAR A LA ALTURA



Estar a la altura, ¡qué difícil!;  no estar, ¡qué fácil y qué frecuente!

Y así medio en serio, medio en broma, da igual, el exalcalde de Madrid, Álvarez del Manzano, apoya a su sucesora tras conocer que el Ayuntamiento de la capital pagó las clases de golf a la familia Aznar, y dice como buen lacayo, que le echen a él la culpa del desaguisado. “Tú di que eso es falso y échame a mí la culpa”, dijo exactamente a la alcaldesa. Claro que eso es mucho más que no es estar a la altura.

Y estará a la altura el poeta, Juan Carlos Mestre, el 14 de abril próximo en un homenaje a las víctimas del franquismo en Madrid, que anuncia, con unos dibujos preciosos, como casi todos los suyos, el evento.
Y están a la altura esas magníficas bibliotecarias que animan con estos mensajes, como la Costurera del palacio de los cuentos de Laguna de Duero que lleva ese nombre tan bello como original:

-        ¡Advertencia! Quien lee vive menos: Menos estresado, menos aburrido, menos amargado, menos engañado, menor oprimido, menos explotado. Con la foto de un niño encantador leyendo.
-        “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día cada uno pueda encontrar la suya”. El Principito

Y no está a la altura el portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, (qué pena de hombre, cada vez que abre la boca) no se ha andado con rodeos arremetiendo contra el juez Castro por la imputación de la infanta Cristina en el caso Urdangarín: "Algunas de sus actuaciones están marcadas por el protagonismo personal.  No ha actuado correctamente. Habría que pedirle explicaciones”, ha dicho. Dígase lo mismo del periódico, LA RAZÓN, que ve motivaciones espurias.  Porque quien  va estando a la altura es el Juez que ha imputado a la Infanta.
Y ha estado a la altura el Príncipe de Asturias, un día después de conocerse la imputación de su hermana, la infanta Cristina, instando a los jueces a desarrollar su trabajo "con prudencia y fortaleza". “La labor de los jueces, ha subrayado, "cobra aún mayor trascendencia en momentos complejos, como los actuales, que exigen a todos afrontar con valentía retos y desafíos, y que demandan eficacia, seguridad y confianza". No hace falta ser monárquico para valorar ese discurso y dar a cada cual lo suyo.
Y una vez más el presidente del Gobierno Sr. Rajoy, en su última  comparecencia virtual “para dar ánimos y mentiras a los suyos ante la situación del país”, no ha estado a la altura, limitándose a cantarle milongas a la luna. Porque la ciudadanía no es imbécil y no está para milongas.
Y de nuevo el presidente de la comunidad de Madrid, queriendo poner límites a los medios de comunicación, refiriéndose a las fotos de EL PAÍS, sobre Feijóo, tampoco ha estado a la altura. Lo siento, pero cada vez que oigo a Ignacio González, me temo lo peor.
Y estuvo, está y estará a la altura, donde quiera que esté y trabaje, a pesar de que la miopía (y otras concomitancias) de TVE-1, la expulsara de Los desayunos de TVE, me refiero a la excelente periodista, Ana Pastor, que desde entonces se la están rifando. ¡Cómo no! Y aprovecho, para decir también, que está a más altura de día en día El Intermedio de la 6ª con el Gran Wyoming al mando. Oxigena el cuerpo, el alma y el ambiente.
Conste que muy a menudo me pregunto si estoy a la altura, o no, y conste, asimismo, que me autocastigo cuando creo no haber estado, y son muchas veces. Cuando lo estoy, y así me lo confirman, me pongo más contento que unas pascuas.

2 comentarios:

El pastor de... dijo...

Pero Ángel ¿quién ha dicho que no están a la altura? ¡claro que lo están! están a su altura. Lo que pasa es que su estatura es tan reducida que son una depresión.
Lo del Pujalte ese, pues que quieres que te diga, a mí me da pena cada vez que habla: me parece que, como dicen los jóvenes, le falta un hervor.
El desafío del señor Álvarez es de nota: ¿no te recuerda nuestra niñez? "tu dile que he sido yo, a ver si tiene c...s a meterse conmigo, a ver si se atreve".
Un abrazo

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Solo echándole humor, un pelín ácido, como tú, amigo Pastor, se puede aguantar tanto.