sábado, 13 de abril de 2013

¡PERROFLAUTAS, PROETARRAS, VIOLENTOS!




¡Qué pesadez, qué aburrimiento, qué hastío!
Cada vez que hablamos más de los escraches y si se han cometido algunos errores por parte de la plataforma y si  algunos manifestantes se han pasado, etc. etc., dejamos de hablar de lo importante y lo esencial, lo dramático y lo trágico: los desahucios. Y entramos en el juego, quieren llevarnos a su huerto, nos olvidamos todos del clásico proverbio tan sabio de que cuando el dedo señala a la luna sólo el necio se queda, extasiado, mirando al dedo.
¿Seremos más tontos que el más tonto? Pues lo parece. “Perroflautas, proetarras, violentos...”,  hala, quién da más, pero ¿dónde está la violencia?, ¿dónde? Pues hablemos de ello y profundicemos y ¿cuándo debatimos los problemas de fondo? ¿cuándo? y ¿cuándo se buscan soluciones a una de las tragedias más graves como es verte en la pura calle, por no decir la p. calle, con toda tu familia? Porque intenta darle respuesta la Comunidad Autónoma de Andalucía y todo un ejército armado, bien armado de palabras bravas, ¡cómo chirrían las portadas de algunos periódicos!, se lanza al cuello del que piensa de otra manera con todos los derechos del mundo a pensar de otro modo.
Rajoy y los suyos se están poniendo muy nerviosos, ¿por qué será?
Naturalmente que los niños de los políticos y su territorio familiar y privado deben ser respetados, como de igual manera los niños de los desahuciados tienen derecho a que se les respete, puedan disponer de una vivienda digna y que no sufran ningún tipo de violencia, y menos del Estado.
De paso por España, la gran escritora canadiense, Margaret Atwood (Ottawa, 1939) nos ha dejado esta perla: “No sé hacia dónde va la democracia, pero lo que sí sé es que hay que ser capaces de crear un sistema para ayudar a los pobres y evitar que el mundo y toda la riqueza la controle el 1% de la población como ocurre hoy. En el siglo XXI se ha ampliado la brecha entre ricos y pobres”.
Y otra perla, para terminar, del catedrático de Filosofía, Antonio Campillo: “Hoy estamos viviendo un nuevo retorno de la barbarie, pero la amenaza no viene ya de tal o cual Estado totalitario, sino de un capitalismo depredador, desregulado y globalizado”.
Pues eso, que hay que mirar a  la luna,  no al dedo, cuando el dedo señala a la luna. No seamos necios.

3 comentarios:

El pastor de... dijo...

No sé si esto es más indignante que preocupante. Quería decir y digo: no sé si lo de esta gentuza (no me digas que soy ácido Ángel) es más indignante que preocupante: “el niño – y añade el nombre- puede traumatizarse al ver tanta gente frente a su casa” ¡Por Dios, si es que le hay! ¿Este ministro de… no sé qué, ni me importa, se preocupa porque hay gente frente a la puerta de su amiga y puede traumatizarse el niño? Y a este mismo tío, ¿no le preocupa otro niño que le pregunta a su padre: ¿“papá, por qué tenemos que irnos si yo tengo aquí mis juguetes?” Ministro de lo que seas: ¿tan vacío estás?

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Buenas preguntas, Pastor.

Luis Alonso dijo...

Y ahora, además de 'totalitarios', resulta que también 'nazis'. ¿Alguien da más?