¡Qué pesadez, qué
aburrimiento, qué hastío!
Cada vez que
hablamos más de los escraches y si se han cometido algunos errores por parte de
la plataforma y si algunos manifestantes
se han pasado, etc. etc., dejamos de hablar de lo importante y lo esencial, lo
dramático y lo trágico: los desahucios. Y entramos en el juego, quieren
llevarnos a su huerto, nos olvidamos todos del clásico proverbio tan sabio de
que cuando el dedo señala a la luna sólo el
necio se queda, extasiado, mirando al dedo.
¿Seremos más
tontos que el más tonto? Pues lo parece. “Perroflautas, proetarras,
violentos...”, hala, quién da más, pero
¿dónde está la violencia?, ¿dónde? Pues hablemos de ello y profundicemos y
¿cuándo debatimos los problemas de fondo? ¿cuándo? y ¿cuándo se buscan
soluciones a una de las tragedias más graves como es verte en la pura calle,
por no decir la p. calle, con toda tu familia? Porque intenta darle respuesta la
Comunidad Autónoma de Andalucía y todo un ejército armado, bien armado de
palabras bravas, ¡cómo chirrían las portadas de algunos periódicos!, se lanza
al cuello del que piensa de otra manera con todos los derechos del mundo a
pensar de otro modo.
Rajoy y los
suyos se están poniendo muy nerviosos, ¿por qué será?
Naturalmente
que los niños de los políticos y su territorio familiar y privado deben ser
respetados, como de igual manera los niños de los desahuciados tienen derecho a
que se les respete, puedan disponer de una vivienda digna y que no sufran
ningún tipo de violencia, y menos del Estado.
De paso por
España, la gran escritora canadiense, Margaret Atwood (Ottawa, 1939) nos ha dejado esta perla: “No sé
hacia dónde va la democracia, pero lo que sí sé es que hay que ser capaces de
crear un sistema para ayudar a los pobres y evitar que el mundo y toda la
riqueza la controle el 1% de la población como ocurre hoy. En el siglo XXI se
ha ampliado la brecha entre ricos y pobres”.
Y otra perla,
para terminar, del catedrático de Filosofía, Antonio Campillo: “Hoy estamos
viviendo un nuevo retorno de la barbarie, pero la amenaza no viene ya de tal o
cual Estado totalitario, sino de un capitalismo depredador, desregulado y
globalizado”.
Pues eso, que
hay que mirar a la luna, no al dedo, cuando el dedo señala a la luna.
No seamos necios.
3 comentarios:
No sé si esto es más indignante que preocupante. Quería decir y digo: no sé si lo de esta gentuza (no me digas que soy ácido Ángel) es más indignante que preocupante: “el niño – y añade el nombre- puede traumatizarse al ver tanta gente frente a su casa” ¡Por Dios, si es que le hay! ¿Este ministro de… no sé qué, ni me importa, se preocupa porque hay gente frente a la puerta de su amiga y puede traumatizarse el niño? Y a este mismo tío, ¿no le preocupa otro niño que le pregunta a su padre: ¿“papá, por qué tenemos que irnos si yo tengo aquí mis juguetes?” Ministro de lo que seas: ¿tan vacío estás?
Buenas preguntas, Pastor.
Y ahora, además de 'totalitarios', resulta que también 'nazis'. ¿Alguien da más?
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