viernes, 1 de marzo de 2013

LA INSPIRACIÓN LLEGA CUANDO ESTÁS TRABAJANDO




Hace siete días que no escribo y me parece un siglo. Los últimos artículos han girado en torno a la corrupción que nos asfixia, las frases huecas de muchos políticos, el hartazgo que tenemos, prácticamente, todos, menos los chorizos, claro, y me he dicho que ya está bien, que hay vida, y no digamos literaria, fuera de la política y sus mezquindades más obscenas, (aunque la política está y debe estar en todas partes y no seré yo quien diga que no es el lugar en la Gala de los Goya, por ejemplo, para hacer política de la buena, es decir, denunciar las irregularidades actuales como los desahucios, los recortes en sanidad...) Pero corto, que veo que me embalo.

Y están los cambios de tiempo, tema socorrido, en este febrerillo loco, que se ha pasado de corto, en el que te mueres de frío, ya llevamos tres resfriados en casa, o tienes que buscar la sombra como los perros según el viejo refrán. Y si ves una foto de nieves, en tierras de Palencia, de Mª Jesús Prieto y un novísimo refrán de Forges: “En febrero de sobres aguacero” la inspiración es que te lanza a la estrellas.

Y tenemos los avances de los dos grupos del taller de escritura, que daría de sí para una novela o un largo y sabroso diario de cuanto dicen, escriben, o cómo se les sube la bilirrubina, la autoestima, quiero decir, a los más alto de la testa mientras escuchan una valoración alta.

Y cómo te asomas conmovido y descubres el espejo del asombro para que se vean después de haber escrito algo hermoso que creían de todo punto imposible.

Y el retrato que podríamos pergeñar de los tertulianos, muy valiosos y preparados algunos, que te informan y enseñan, y otros, muchos, que venden su verdad al sol que más calienta o que siempre les ha calentado, y alguno de ellos, qué cansancio, repitiendo los mismos argumentos, flojos-flojos, los 365 días del año, con la misma monotonía y el mismo tufo cavernario, y hasta diciendo tres veces tres “périto” por muy director de periódico que sea y es. ¿Hacemos un mapa de retratos?

Y cómo insistes hacia ti mismo, absolutamente convencido de ello, les dices en el taller que “si llega la inspiración, que nos coja trabajando”, como decía Picasso, que de creatividad sabía un rato, aunque yo me atrevería a decir que cuando estás trabajando la inspiración llega.

Y te adentras, casi a la par en estos días, en los relatos cortos de los maestros: Alice Munro, Antonio Pereira, Luis Mateo Díez, García Pavón y te dejas contagiar de su estilos tan dispares y tan sustanciosos.

Y te dejas  llevar de las nubes que observas ensimismado desde la ventana y te vas de jinete montado en una  de ellas, “sin bridas y sin estribos”, como en el verso del romance de la casada infiel de Lorca.

Y sales de paseo con la perra y, como es vieja, tienes que armarte de paciencia por su lentitud, aunque la pierdes porque la condenada no ha perdido el olfato y todos los clínex son suyos, amén de todo lo que encuentra a su paso.

Esa es la inspiración que entra por los sentidos y agita la mente, el resto es trabajo, esfuerzo, ponerse a escribir, aspirando a que sea digno y del gusto de los lectores. Cada parrafito daría de sobra para un artículo o una larga historia, ahí está la inspiración, el resto es trabajo y ganas de hincarle la pluma.

No hay comentarios: