Ahora que se ha pasado la ola informativa y mediática, que todo lo inundaba,
sobre los hechos acaecidos en este mundo por el que transitamos como mansos
corderos y ovejas churras, va siendo hora,
con el permiso de su santidad, de hacernos algunas preguntas, quizá no tan
impertinentes, tal vez imprescindibles:
¿Podremos esperar a que el Papa Francisco haga muchos cambios en la
Iglesia, sabiendo que se le echarían encima los cardenales, la mayoría de
obispos, curas, frailes, monjas, amén de las muchas instituciones de laicos con
pedigrí y laicos a secas que llenan el planeta? Aquí o jugamos todos o no se
mueve ni Dios.
¿Limpiará de hojarasca y parafernalia hueca la liturgia de la Curia Romana
y ya puestos el Banco del Vaticano?
¿Desvestirá a los cardenales de tanto lujo, colorido, faldas incluidas,
para vestirles a lo Jesús de Nazaret, que iba acorde con su tiempo y hacerlo
como los hombres y mujeres de nuestros días?
¿Será capaz, siempre con la venia de los cardenales más poderosos que
él mismo, de cambiar el Vaticano, de arriba abajo, para que su fundador se
sintiera a gusto y no tuviera que usar el látigo y echarlos de allí
malpadeciendo?
¿Sus primeras palabras no deberían ser para desdecirse del atropello que significa alguno de sus mensajes del pasado contra la igualdad de las mujeres y hombres? Está feo eso de que “las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos y que el orden natural y los hechos nos enseñan que el hombre es el ser político por excelencia”, lo diga quien lo diga y menos a estas alturas.
¿Se atreverá a ir a cualquier país de África, si es de los más
desheredados mejor, a contradecir a su antecesor y permitir y aconsejar el uso del
preservativo?
¿Condenará sin paliativos, si lo hizo ya en el pasado de su país mejor
que mejor, las dictaduras latinoamericanas, y de paso las del resto, que tanto
daño han hecho a la humanidad?
¿Continuará sosteniendo lo que ha sostenido sobre la familia, el
matrimonio homosexual y la adopción de los hijos por las parejas de
homosexuales?
¿Su estela será más la de Juan XXIII o las de Juan Pablo II y Benedicto
XVI? Esto parece que está claro. Un gran paso hacia adelante.
¿Seguirá predicando la buena nueva -el evangelio de Jesús- a los
pobres, para que luchen por salir de la miseria, y a los ricos, para que lo
sean mucho menos?
¿Dará los pasos necesarios y firmes para que se elimine la ley del
celibato y se abran las puertas del altar para que las mujeres que lo deseen
puedan acceder al sacerdocio, y una vez, en el ejercicio, puedan seguir
ascendiendo al igual que los sacerdotes y poder ser obispos, cardenales y papa?
¿Expulsará de su mente y de su boca la condena de sus antecesores a sus
colegas y no colegas, magníficos teólogos, de diferentes tendencias a la suya,
pero no con menos consistencia?
...
Se agradecen los gestos que ha ido dando desde que salió como Papa, tras
su elección, al saludar a los fieles de Roma y del mundo, tan distintas de las
de su antecesor, pero hay que seguir caminando y no pararse, como ha dicho
desde el primer momento, porque no solo de gestos vive el hombre. Los gestos
tienen que ir acompañados de hechos en la línea de Jesús de Nazaret y Francisco
de Asís. Ojalá y que así sea, para el bien de la iglesia y del mundo.
6 comentarios:
Demasiadas preguntas Ángel, demasiadas preguntas. Yo me acuerdo de Juan Pablo 1º y...
Un abrazo
Muchas preguntas, demasiadas a mi juicio, espero que vaya haciendo cambios poco a poco, de hecho parece ser que algo que no ocurría desde 1054, va a suceder, esta vez, Bartolomé, el máximo líder de la Iglesia Ortodoxa, acudirá a la coronación del papa Francisco. El nuevo sumo pontífice consiguió este histórico hecho que pondrá fin a un alejamiento de casi mil años.
Un saludo.
P.D. Te he conocido en la revista MUFACE en el área "Jubilados blogueros" yo soy el siguiente de los que aparecen en el artículo de Lourdes S. Villacastín, soy Emilio Gil (unjubilado), en mi caso por ser de ciencias soy un inculto escribiendo, pero me defiendo y sigo con el blog desde el 2005.
Sí amigos, son muchas preguntas, pero cuando uno se pone a desear no puede más que ser utópico, si no, no merecería mucho la pena, y no es que yo espere demasiado, no por este Papa en concreto, sino porque con la Iglesia hemos topado, como nos decía nuestro mayor escritor.
Un abrazo
Hasta el momento todos son gestos "generosos" bombardeados por los medios de comunicación. No sabemos las respuestas a tus preguntas, pero que viajaba en metro en Buenos Aires, y que ha rechazado los zapatos papales, nos lo sabemos al dedillo.
Óscar
Y que tuvo un amor a los 12 años. Somos frívolos hasta el hartazgo.
Lo que yo deseo de él es que sea un ser terrenal, porque si no, será más de lo mismo y ya es hora de bajar a la tierra para sentirla.
Yo le escucho, espero no tener que arrepentirme.
Un abrazo
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