1.-
Corre mucho por las redes, y se agradece, ante tanto deseo lujurioso y enfermizo de tener más y poseer
mucho más, un breve discurso del Presidente de Uruguay, José Mújica, que dice
así:
“Yo no soy pobre, pobres son
los que creen que yo soy pobre. Tengo pocas cosas, es cierto, las mínimas, pero
solo para poder ser rico. Quiero tener tiempo para dedicarlo a las cosas que me
motivan. Y si tuviera muchas cosas tendría que ocuparme de atenderlas y no
podría hacer lo que realmente me gusta. Esa es la verdadera libertad, la
austeridad, el consumir poco. La casa pequeña, para poder dedicar el tiempo a
lo que verdaderamente disfruto. Si no, tendría que tener una empleada y ya
tendría una interventora dentro de la casa. Y si tengo muchas cosas me tengo
que dedicar a cuidarlas para que no me las lleven. No, con tres piecitas me
alcanza. Les pasamos la escoba entre la vieja y yo y ya, se acabó. Entonces sí
tenemos tiempo para lo que realmente nos entusiasma. No somos pobres”.
¿Cómo entender, tras la lectura de este
texto, la corrupción que nos devora y asfixia? ¿Cómo entender que no tenga
límite la avaricia desbocada de todos esos que están en la mente de todos y algunos
más que se esconden en la sombra? ¿Cómo no recibir como una caricia las
palabras sabias y sanas de José Mújica? No se siente pobre porque lo tiene
todo... y porque tiene pocas cosas... goza de la verdadera libertad... la casa
pequeña... ¿para qué Palacios Marivent... para qué
muchas empleadas... me quieres decir para qué un puñado de millones de euros?
Sí, de euros.
“Les
pasamos la escoba entre la vieja y yo, y ya se acabó”, qué maravilla de hombre,
qué maravilla de presidente de un país.
2.-
Dicho lo cual abramos más ventanas para ampliar la reflexión y el debate: No
solo de pan vive el hombre, luego también de pan. Y si no consumimos, si no
gastamos, si no compramos coches, electrodomésticos... más un número infinito
de baratijas, memeces..., o cosas útiles y necesarias para una vida digna, tal
y como hemos montado este tinglado de una sociedad moderna, nos vamos al paro
todos, y de paso a la puta calle, a la pura mierda.
¿Esto es lo deseable?
3.-
En el medio está la virtud, posiblemente, probablemente. Ni tanto ni tan
calvo. Ni tata austeridad que nos
aniquile a todos ni tanto despilfarro que origina y conduce a la corrupción y a
que la diferencia entre ricos y pobres aumente de manera escandalosa e
hiriente. Ni tanta sucursal bancaria en cada esquina, ni tanto aeropuerto como
el del abuelo Fabra, ¡ya era hora que le llamaran a juicio!, ni tanta autopista por la que apenas conduce
alguien, ni tanta horterada faraónica..., pecados y orgullo de ricos tontos, ni
tanto recorte en educación, sanidad, servicios sociales, ni tanto paro... que
nos están dejando a la intemperie y a la desolación en un mundo injusto y frío.
1 comentario:
¡Cómo pasa el tiempo! ¡Y cuántas cosas interesantes has dicho!
Estoy que no paro pero me asomo y me alegra leerte y leeros. De acuerdo con esta entrada y con la esperanza de la anterior y con la idea de las palabras como biografía y...
Buenas noches y, para los que seáis creyentes católicos: buena Pascua.
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