FRASES HUECAS Y, ADEMÁS, TONTAS

1. “Pongo las manos en el fuego...”, y lo dicen y repiten tanto y tantas veces y sin fundamento alguno, con la que sigue cayendo, que tendrían que estar ya achicharrados.
   
   “¿Se entera, señoría?”. ¿Se entera o no se entera, señoría?”, que dijo el Ministro de Hacienda, Sr. Montoro, sacando pecho, en Comisión Parlamentaria, sin que se le cayera la cara de vergüenza, mirando para otro lado, sin contestar lo que tenía que contestar: SÍ O NO, bien fácil, si había o no recibido sobre alguno.
   
   “Retribuciones dignas para los políticos”, pues claro, pero ¿hasta dónde llega la dignidad?, porque también son dignos los camareros, las empleadas del hogar, los interinos, los jóvenes del primer trabajo, los bomberos..., todo el mundo tiene derecho a recibir retribuciones dignas. ¿No se da cuenta, señoría?
   
   "Nunca he pensado en dimitir", dice la Srª. Botella, aunque haya rebasado con creces el famoso principios de Peter sobre la incompetencia. Y así ¿hasta dónde y hasta cuándo?
   
   "Corrupción habrá siempre, siempre”, ha dicho el Sr. Durán y Lleida. Ya, ¿y qué nos quiere decir con eso?, ¿que llevamos todos el pecado original en los genes, y aquí paz y allí gloria, y así Vd. se libera de dimitir, como lo había prometido, ¡qué poco decoro! ¡Y conste que me caía bien Vd.!
   
   “Es un golfo”, alguien de los suyos ha dicho refiriéndose al que fuera director de la Fundación Ideas, Carlos Mulas, por el esperpéntico caso de Amy Martin, quien cobrara una suma escandalosa por sus artículos. Ya, es un golfo, pero ¿hacia dónde miraban el tesorero de la fundación y los máximos responsables?, porque ¿cómo se sostienen las ideas de esa Fundación del PSOE con hechos tan poco limpios, claramente injustos y absolutamente irresponsables?
   
   Ya digo: frases huecas y, además, tontas.
2.