Foto de Álvaro
García en EL PAÍS
El dicho “una
imagen vale por mil palabras” vale siempre que se diga, a la vez, “una palabra
vale por diez mil imágenes”. Dejemos las cosas claras.
Dicho lo cual,
la imagen de Alberto Contador haciendo una reverencia laica y deportiva a
Purito Rodríguez vale por mil palabras, desde luego, y encumbra, aún más, al
podio del honor, del saber ganar, reconocer la valía del otro y la de ir por la
vida a ras del suelo, sin alharacas, sin darse golpes de pecho, no para
reconocer los errores y fallos, sino para elevar al yo a la altura de la
estupidez enfermiza que algunos estilan en el mundo del deporte, y no quiero
señalar para no repetirme.
La categoría
profesional y humana de Contador es de matrícula de honor y, gracias a él,
fundamentalmente, la reciente Vuelta Ciclista a España ha despertado la emoción
y el disfrute mayores de los últimos años. Los especialistas en el tema han
reconocido que esta Vuelta ha sido la mejor que se recuerda en décadas y hasta
haber eclipsado al Tour de este año. Contador junto con Purito y Valverde han
sido los máximos responsables y nos han hecho disfrutar a los amantes de este
deporte como nunca o como los años
mejores.
Enhorabuena a
Purito y de forma muy especial al inmenso Contador. Esta gente sabe subir a los
puertos más altos y asomarse al mundo desde la humildad de las gateras. Da
gusto.
2 comentarios:
Contador es un personaje muy de gestos. Éste que comentas es más plausible que el archiconocido de la pistola. Saludos.
Cuán grandes son los ciclistas y, de momento, tienen buen rey. Un poco tristes deben estar las ratas al ver la altura de los usuarios de las gateras. ¡Bravo Contador, y todos los demás!
Un abrazo
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