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Y allá nos fuimos, a presentar el libro de
mi gran amiga, nuestra buena amiga, Gloria Rivas: A LA SOMBRA DE UN TILO.
Y como me había pedido unas palabras de
presentación, no me lo pensé dos veces, porque es un enorme placer presentar a
quien admiras, aprecias y quieres, y porque se trata de un libro magnífico,
escrito con duende, humor a manos llenas, rabia y un gran amor a lo humano y lo
digno.
Y aunque me dirá, la propia autora, que
soy un exagerado, voy a decir lo que pienso (aunque podría estar equivocado) convencido
de que no exagero lo más mínimo.
Cuando fueron saliendo estos artículos en
la Revista Reflejos, en la que yo también colaboraba, lo primero que leía era
precisamente el artículo de Gloria. Y ahora, juntos, han cobrado la misma
frescura, igual de oportunidad e idéntico valor literario e ideológico.
Llevo veinte o treinta años leyendo
artículos, día a día y semana tras semana, de mis escritores preferidos... y
estoy por apostar que estos de Gloria Rivas no solo no desmerecen sino que están
a la altura de todos ellos.
En el primer artículo, sobre qué
es escribir, sin quererlo ni pretenderlo, nos da las claves de su
personalidad y por donde van a ir los tiros de sus artículos, desde el momento
en el que su madre le enseñara en una
pizarra negra y frágil, con cordón y borrador las palabras: NIDO,
TOMATE Y LUNA que eran sus palabras favoritas y lo siguen siendo porque
continua llevando la niña consigo y le sale la frescura por la piel; después: ENCINA,
GITANO Y CABALLO, propias de una mujer ecologista en comunión con la naturaleza y los débiles; y finalmente las
de sílabas más difíciles: PROTESTA, TRAMPA, CONTRATO Y LIBERTAD
que le dotan de una sensibilidad especial para aliarse con rapidez y facilidad
a los derechos humanos tantas veces, ay, torcidos. Las palabras en Gloria
cobran un valor nuevo, no solo por estar licenciada en filología hispánica,
respeta, valora y mima y no solo por dedicarse a la docencia, cuando hace
incursiones en la historia nos da unas clases magistrales con conocimiento de
causa y fino humor, sino porque es una escritora dotada de una magia especial
de gran calado.
Podría poner cientos de ejemplos de buen
decir y mejor escribir con hallazgos literarios deslumbrantes, pero no quiero
alargar esta breve presentación, sólo añadir dos cosas: La primera, que se
estará como Dios esta primavera cálida y el verano próximo, a la sombra de este
tilo; y segunda, que he ido poniendo una
cruz a todos los artículos que más me han gustado, para leerlos, el próximo
curso, en el taller de escritura creativa, y analizarlos, y se la he puesto a
casi todos.
¡¡¡Encarecidamente, una vez más, Gloria,
sigue escribiendo para que podamos seguir disfrutando de tus escritos y limpiar
las telarañas de los sentidos y la mente. Es una gozada leerte. Y no exagero ni un pelo. Es tu primer
libro, esperamos muchos más!!!
El acto resultó emotivo y los asistentes
encantados y encandilados ante la lectura de algunos capítulos que nos regalo
la autora, Gloria Rivas. Enhorabuena, amiga.
13 comentarios:
Gloria, ¡me alegro de tu libro! Seguro que es una suerte poder leerlo y trataré de localizarlo. Un beso y ¡sigue por ahí!
Gracias jubilación, por aquí seguimos. Echando a rodar la bola de nieve que ha puesto Ángel más arriba.
Quise poner Gloria, no "g"...
El sábado día dos… ¡el notición! Gloria Rivas Muriel presenta su libro… Bla, Bla, Bla.
Rápidamente quise correr, pero mi silla no tiene acelerador. Quise buscar una librería, pero en mi pequeño pueblo no hay. Averigüé, busqué y por fin encontré. El lunes día cuatro, al anochecer, A la Sombra de un Tilo estaba en mis manos.
Con prisa he ojeado todas las hojas y, como la primera impresión es la que queda, estoy maravillado. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Las personas inteligentes no necesitan largos discursos para transmitir su pensamiento. CHAPÓ DOÑA GLORIA.
Mi pena: mi abuelo Salustiano, que nació el año 1873 y en un pueblo, fue candidato a ser aquello que llaman analfabeto. Y es cierto que no sabía leer ni escribir, pero no fue analfabeto (por sus obras les conoceréis). Pues mi abuelo preguntaba, y se me quedó grabado en mi tierna infancia: ¿quién es tú enemigo? Y él mismo contestaba: ¡tú capital!
Ahora, el nieto de aquel “analfabeto” dice: dichosos (Gloria Ribas Muriel) los que tenéis capital.
Un fuerte abrazo.
No me puedo creer que hayas corrido tanto desde tu silla de ruedas para que te hayas hecho con el libro de Gloria. Te has adelantado porque pensaba llevarte uno el día que me invitaras a una cerveza. Tendré que pensar qué otro libro llevarte en su lugar.
Un abrazo, amigo.
No puedes creerme porque eres un incrédulo, pero el sábado día 2 llamé a una sobrina, que vive en Laguna, y le dí el título y la librería en la que encontraría "A la Sombra de un Tilo" Mí sobrina me escuchó y me trajo el libro en cuanto tuvo un rato libre.
¡Vaya con doña Gloria!
Claro que soy un incrédulo, será porque me pasé de crédulo en mi otra vida.
Y eso son sobrinas, me imagino que le darías buena propina.
Y lo importante, que ya hablaremos del libro, porque se lo merece.
¡Vaya con Doña Gloria! Eso mismo digo yo.
Ay madre..
¿Quién es tu sobrina pastor? ¿Nos conocemos?
Un abrazo y muy agradecida.
Mi sobrina -que se siente orgullosa de serlo- se llama Montserrat y es funcionaria (secretaria de juzgado).Me gustaría que os conocierais, pero eso ya pertenece a vuestras relaciones personales.
Bueno y, gracias a tí por la obra que nos has regalado...ovejas, cañadas etc.etc.
Un abrazo
Buscaré a Montse. Y sabía que te gustaría ese de las cañadas. A todos los pastores les gusta que sus rebaños vayan holgados por una amplia cañada, y no arriesgando la vida entre una cuneta y una valla de acero espinado.
Abrazos pastor. A ver si Ángel nos convida a una cañita juntos algún día de este otoño.
...y ¿por qué en el otoño?
Te advierto que en las distancias cortas mí cotización baja muchos enteros.
Sed buenos.
Las cotizaciones altas nos producen vértigos. No invertimos en ellas.
Cómo me place veros tan profundos.
Eso mismo le dije a Gloria, ¿por qué en otoño, con lo lejos que está?
Y ya hemos reconducido y decidido que puede ser cualquier tarde del verano, que ya lo tenemos encima.
Un abrazo
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