martes, 3 de febrero de 2009

RAFA NADAL




RAFA NADAL Y SUS GRANDES LECCIONES DE HUMANISMO

Se mereció el oro olímpico y ser el número uno mundial, porque es un fuera de serie. La semana pasada, tras cinco horas durísimas ganó en un duelo sobrehumano a Fernando Verdasco y tras cuatro largas horas del mejor tenis supo vencer en el Abierto de Australia a su rival número dos y gran amigo Federer.
Pero a mí, lo que más me ha llamado la atención, aparte de admirar lógicamente su genialidad como tenista, son tres actitudes suyas ante la vida y que afloran en él con la mayor naturalidad:

· La primera es la categoría humana de este deportista, algunos grandes son así, porque no es igual ser grande que tener grandeza de alma, hablando de su rival Federer de esta forma: “Técnica y tenísticamente, es el mejor de la historia, el más completo, sin duda. Tiene una variedad de golpes que ya me gustaría tener a mí el porque, cuando la tienes, como es su caso, te da muchísimos más recursos a lo largo de un partido”.
· La segunda es confesar que por encima de todo está la experiencia de compartir la estancia con los compañeros en la Villa Olímpica de Pekín, sin necesidad de ir de superpijo y de superhéroe.
· Y la tercera, la inmensa virtud de saber ganar sin apabullar, sin aplastar y con enorme humildad: al derrotar a Verdasco parece pedirle perdón en la foto en que se ven al triunfador y al vencido, algo que repite con emoción contenida con Federer llorando, en un abrazo que ha salido en todos los medios de comunicación, y su comentario posterior: “Siento que haya sido un momento duro para Roger. Federer es el mejor. Una persona importantísima para el deporte”.

Tres grandes lecciones para multitud de deportistas que se salen de madre cuando ganan y para todos los que en el juego de la vida, ante pequeños triunfos, no le llegamos, en humanismo, a la suela de los zapatos a este chaval de 22 años.

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