jueves, 22 de enero de 2009

OBAMA Y TODOS NOSOTROS


No sé si será el comienzo de una nueva era, ni si todos los sueños se van a poder cumplir, ni si las esperanzas algún día quedarán mermadas, ni si a los cínicos el futuro les dará la razón, pero lo que sí creo es que algo importante está pasando desde el 20 de enero de 2009: Obama, en sí mismo significa lo diferente, el aire nuevo, el que nos está obligando a pensar que todo es posible, ya de hecho, lo impensable, ha sido posible, que un negro haya llegado a ser presidente de los Estados Unidos, ha sido posible que Bush y sus miserias se hayan esfumado, aunque no sus secuelas, claro, que en su discurso de toma de posesión haya tenido la gentileza de agradecer a su antecesor de infeliz memoria su servicio a la nación, para, a continuación, ir desmoronando los ocho años de su mandato de mentiras, ignominia y desvergüenza, con otro lenguaje, otra filosofía y otra forma, humilde, sincera e inteligente de decir las cosas.

Y ha dicho verdades muy importantes para el que quiera oírlas, y somos muchos, enlazando desde el mayor de los respetos y homenaje a lo mejor de los antepasados y sus valores con el futuro que nos espera si, desde ya, nos ponemos a construirlo con las armas del diálogo, el respeto, la tolerancia, la mano amiga, la justicia, la seguridad nunca por encima del quebranto de la ley en un estado de derecho, el esfuerzo, el coraje, la responsabilidad… defendiendo que todos somos iguales, libres con el derecho a tener las mismas oportunidades para construir nuestra felicidad. Valores de siempre y siempre valores nuevos.

Dicho y hecho, porque se ha puesto a actuar desde el primer día: No a Guantánamo y sí al diálogo con todos los países empezando por aquellos que el reciente pasado veía como el eje del mal a quien aniquilar pensando sin fundamento que escondían en sus arsenales armas de destrucción masiva. Ojalá se diera un paseo por Gaza y dijera basta ya a Hamás y sobre todo, ya está bien, a Israel.

No hace falta que sea Dios para arreglar todas las cuestiones torcidas de este mundo nuestro, tampoco Dios las arregla, es suficiente que vaya dando los pasos necesarios, con todo el resto del mundo para enderezar lo torcido y destrozado y corrompido y desesperanzador. Un gran sueño que requiere esfuerzo, “esperanza por encima del miedo y el propósito común por encima del conflicto y la discordia”.

2 comentarios:

jubilación viene de júbilo dijo...

Lo leo tarde pero con gusto. Si. También creo en la posibilidad de comenzar caminos nuevos de paz convivencia y justicia, precisamente hoy que corren tiempos difíciles. ¡Ánimo, sigue escribiendo

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Buena amiga, gracias, esos ánimos obligan, o al menos refuerzan, a seguir escribiendo. Gracias.