lunes, 10 de diciembre de 2007

Si te tapas los ojos jamás verás la verdad

… Ese día me asomé a la ventana, como todas las mañanas, y vi un hermoso cielo azul, tras una helada que había cubierto de escarcha los tejados y la hierba. Ni una sola nube en el horizonte, pero en cuanto vi a mi vecino de enfrente me temí lo peor, o lo de siempre, y en efecto, volvió a denostar la realidad más cruda, que no era cierto que hubiera helado, que no era verdad que el cielo estuviera limpio y el azul brillara en su plenitud… hasta que me di cuenta, una vez más, que llevaba unas gafas tan oscuras, que le impedían ver un burro a cuatro pasos, por lo que decliné toda conversación en ese terreno y ni intenté hacerle ver que estaba en un profundo error y que todo sería inútil si no se quitaba aquellas enormes gafas de piedra.

Moraleja: Si en lugar de mi vecino pones a algunos políticos, a sus seguidores y a más de un periodista que no le gusta más color que el amarillo, pues lo mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay un dicho que dice: "Hoy es un día maravilloso, verás como viene alguien y te lo jode" (con perdón). Esto suele sucedernos muchos días cuando enciendes la radio,la tele o empiezas a leer la prensa o simplemente cuando bajas tan contento a la calle y das los buenos días y todos son sordos y mudos. Pero he decidido que frente a todo esto hay que adoptar una mirada positiba y como dices en otro de tus escritos frente a la crispación y el ruido SILENCIO. Y como dijo Voltaire he decidido ser feliz, porque además es bueno para la salud.