miércoles, 27 de noviembre de 2024

LA DIGNIDAD, ESE HERMOSO CONCEPTO

 


“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”
Mi propia dignidad y la de los demás conllevan y exigen consideración, visibilidad, cuidados, respeto, compasión y hasta, yo diría, vergüenza. Vamos con ello:
Consideración: tenerme en cuenta, tenerlos en cuenta… Somos importantes, no tenemos precio, pero tenemos valor, el máximo, ser personas, plenas de derechos fundamentales y de los otros y obligaciones personales y cívicas estrictas.
Visibilidad: Lo peor que nos puede suceder, o una de las peores cosas, es no vernos a nosotros mismos y que los demás no nos vean ni se detengan a contemplarnos, pasen de nosotros con indiferencia, apatía e ignorancia.
Cuidados: Somos seres sociales y nos necesitamos los unos a los otros. Cuidarnos es el primero de todos los mandamientos, incluso para el mismo Dios de la Biblia, que así lo manifestó: “Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. Primero es tu prójimo, no lo olvides, aunque creas mucho en Dios, o precisamente por eso. Y tú el primero.
Respeto: Que atendiendo a su más hondo significado es mirar al otro con detenimiento, saber de su dignidad y tenerlo en cuenta, considerarlo así, ponernos en su lugar y hasta en sus zapatos. La palabra respetar viene del latín “respectare” (mirar hacia atrás, volver los ojos, observar insistentemente, tomar en mucha consideración) que se forma de re- (acción reiterada, hacia atrás) y “respicere” (mirar, contemplar). Ya lo ves, no habla de edades ni dignidades mayores o menores, vale para todos: los padres y abuelos a los hijos y a los nietos y estos, a los padres y a los abuelos, como vale para los maestros hacia los alumnos y estos a los maestros y profesores. Y asimismo, el respeto a uno mismo.
Compasión: Compasión es la virtud que aprende Bruno con su padre, al que no llama padre sino Sr. Raciocinio, se había separado de su madre, cuando él tenía 9 años, en el libro “Noticias felices en aviones de papel” de Juan Marsé, cuando viendo, desde lejos, cómo su padre busca algo de comer en los contenedores, le deja en los próximos, por donde pasará poco más tarde, su bocadillo que había comenzado a comer y un plátano, y poco después, porque se acuerda de su vida de méndigo y bohemio, va en su busca para imitarle a cenar, aunque ya no lo encuentra. Se entristece y su madre le dice: la intención es lo que vale, no te preocupes. Los antónimos de la compasión quizá nos ayuden a entenderla mejor: Son la dureza, la crueldad, la frialdad, la indiferencia. Y como sinónimos: La simpatía en el dolor o en la tristeza, y la empatía, ponerse en la piel del otro.
Y vergüenza: Hablando de la vergüenza el escritor Manuel Rivas recordaba la frase de una exprostituta: “El oficio más antiguo del mundo no es la prostitución, es mirar para otro lado”, esta frase le sirve al escritor gallego para explicar cómo ese afán de no desviar la mirada de una realidad desagradable, hedionda y vergonzante, es el motor y el combustible de Contra todo esto, su último y combativo libro publicado recientemente.
Es tiempo de vergüenza, ajena y propia: Primero la propia, para que nadie pueda apuntarnos con todo derecho con el dedo, porque: ¿quién es el guapo que no tiene que pedir perdón y avergonzarse en algún momento de lo hecho? Solo los guaperas mirando a la luna y a su ombligo se creen a salvo. De lo que se hizo francamente mal y de cuanto se dejó de hacer, silencios no debidos, o palabras a destiempo, o no dichas cuando había que haber salido con la palabra a tiempo denunciando lo sucio o lo injusto o anunciando lo nuevo y necesario.
Nota no tan al margen: Los restos de un fósil en Georgia, de hace 1,8 millones de años, nos hablan de un viejo que ya no servía para nada y, pese a su inutilidad, el grupo consideró digno de protección y cuidado. “Allí, hace 1,8 millones de años, centelleó por primera vez el relámpago de la dignidad”, escribe el filósofo Javier Gomá.
https://youtu.be/DopgBNBoVqY?si=HhbSxojj4mCLLoyg Loreena McKennitt- The Dark Night of the Soul

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