Está en nuestras manos que esto que se dice como pie de foto no sea verdad y no haya ningún peligro. Y sostengo abieramente que está en nuestras manos, pero en todas, sin que se escape alegremente ninguna. Si ese niño que está solo estuviera rodeado de cientos haciendo lo mismo, y todos los abuelos de esos niños junto a los padres, maestros, sanitarios políticos, vecinos del barrio, ciudadanos de altura y de a pie, otro gallo nos cantaría la mejor de las melodía, con chelo y piano incluidos. ¡Qué hermosura verlo tan concentrado en la lectura?
Colócate la mano en el pecho y comprueba cúanto lees al día, y cuántos libros a la semana, al mes y al año. No te escapes, haz la lista en un papelito o en tu cuaderno de notas y tú mismo te darás cuenta de si los libros son una especie en extinción o tienen una salud de hierro. Anda, atrévete. En su día puse letra a una viñeta que hablaba de los libros en calidad de espejos, ventanas, puertas, peldaños, abrigos, anclajes, trampolines, escapes, rincones tranquilos, mantas, alfombras voladoras y faros. Imagínate lo que pudiera decir yo, y tú, si te paras diez minutos a pensar en ello, ayudado por estas palabras, lo dirías parecido o mejor. Porque ¿qué hacemos en la vida sin espejos, ventanas, puertas, peldaños, abrigos...? ¿No te das cuenta de la importancia capital que tienen los libros cuando son precisamente eso? Un espejo para verte, ayudarte a verte mejor, y que te diga qué pintas en este mundo, cómo arreglarlo un poquito, y de paso a ti mismo, profundizar los cambios que debes hacer en tu vida, comenzando por esa cara de lechuza avinagrada que se te pone a veces, sin venir a cuento, me pasa, y experimentar con una media sonrisa, una sonrisa plenamemte abierta y una carcajada que tanto bien hacen a tu rostro, a tu espíritu y al mundo que te rodea. Porque, ¿tú crees que algunos dirían las tonterías o simplezas que sostienen si leyeran algo más y se informaran mejor?
Ya puedes seguir sin mi ayuda, no necesitas muletilla alguna, bueno sí, esa pequeña lista. Sigue tú: ventanas, puertas, peldaños..., y ya puestos, vamos a escuchar las voces sabias de quienes nos han precedido en el buen arte de escribir, leer y vivir:
“Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro”. Emily Dickinson.
“El libro es el salvavidas de la soledad”. Ramóen Gómez de la Serna.
“Le lectura es como el Arca de Noé, ayuda a salvarnos de la muerte”. Gustavo Martín Garzo
“Yo no escribo para entretener a nadie, tampoco para aburrirlo, lo hago para hacer sentir y pensar” Julio Llamazares.
Ya está, te toca a ti. Y no lo olvides, por favor. Pudiera ser que el libro sea una especie en peligro de extinción y en nuestras manos está en salvarlos y salvarnos.
https://youtu.be/NGgk37MXnk4 PATXI ANDION – El Maestro (1973) (Homenaje al libro, extensible al maestro de ayer y de siempre, sin olvidar al que puso en pie Fernando Fernán Gómez en La lengua de las mariposas)
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