domingo, 3 de octubre de 2021

LA ESENCIA Y GRANDEZA DE LOS PREPARATIVOS

 


Disfrutamos bastante más, con frecuencia, en los prolegómenos y preparativos del viaje, de la boda, de un acontecimiento muy especial en donde es mucho más fuerte el deseo, el anhelo, la búsqueda que la posesión y la conquista. La protagonista de una de las novelas de Rousseau describe a su amado el estado de felicidad en que se halla: “Soy muy feliz, la felicidad me aburre”. Porque “se es feliz antes de ser feliz”. Y se aburre porque tenía todo y se encontraba ya sin ningún deseo. Cuando se tiene todo es fácil caer en el territorio en el que ya no se desea nada, no se anhela nada, no se tiene curiosidad por nada, y más que momentos de felicidad se dan momentos de aburrimiento y tedio. Para que haya disfrute debe haber tensión, deseo, borrachera de proyecto entre las manos y en la acción que se va gestando y vislumbrando los resultados. Hay mucha más alegría en la primera página en blanco del cuaderno con ganas de correr pendiente arriba que en la última y todo ya cubierto de letras y palabras. Y así Mark Twain cuenta de manera irónica en su “Diario de Adán y Eva” que lo que más le costaba a Adán era pasar los domingos, porque aun cuando entre semana había pocas cosas que hacer, el domingo no había ninguna. Y se aburría el pobre. Kierkegaard insiste en lo mismo y lo amplía: “Primero se aburría Adán, luego Adán y Eva, y Caín y Abel, después poblaciones enteras y por eso construyeron la torre de Babel”. Quizá es que no habían descubierto el placer de la ociosidad, el placer de no hacer nada, después de haber sudado la gota gorda.
Y ya conoces el poema maravilloso de Kavafis, que suelo citar con frecuencia, “El viaje a Ítaca” en donde lo realmente importante y de interés es el viaje en sí y por eso lo que merece más la pena es que alargues el viaje, te detengas en lo que te va ofreciendo, porque precisamente ahí está la genuina y verdadera Ítaca. Y así la primera enorme sorpresa y momento de felicidad es cuando los niños están abriendo los paquetes de los regalos, infinitamente superior a cuando ya los tienen en sus manos, que poseen y no sueltan, porque ya son suyos y muy suyos. Así que “goza cuello, cabello, labio y frente”, aprovecho el famoso verso de Góngora, antes de su posesión, porque en ese caso estarás tocando los más finos resortes del disfrute.
A los que nos gusta leer y escribir, nada nos resulta tan satisfactorio como estar leyendo, y si el libro te ha enganchado del todo te da pena que se acabe, y escribiendo, antes del parto y en pleno parto, más que cuando has puesto el punto final.
Ya sabes, en los prolegómenos y en los preparativos... Así que, recréate, relájate y disfruta haciendo la maleta, y empezarás a ver los cielos abiertos antes de llegar a donde quiera que vayas.
https://youtu.be/4zVSfAtZDSY Salvador Bacarisse - Romanza (Andante) No os perdáis la entrada de los violines.

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