No hay cosa más fea y penosa en este mundo que renegar de tus padres y de su origen humilde ante los ricos de siempre o los de la última hornada, que lo mismo da. Ni más humillante para los padres que sus hijos se avergüencen de ellos, por no estar quizá a la altura en donde brilla un orden establecido que lleva en sus entrañas un desorden pernicioso de los valores más profundos.
Ni más triste que la mariposa se olvidara del gusano que fue y se burlara, pero no lo hace, el instinto es tan fuerte en ella que desde su belleza da gracias a la vida de proceder de un gusano, para ella hermoso.
Ni más tonto creer que somos los reyes del mambo y de la creación, olvidando que nuestros primeros padres son anteriores a los neandertales que vivían más tiempo en las copas de los pinos que en el suelo. Y de ahí venimos saquemos el pecho que queramos sacar.
Y es hermoso, valioso y bueno, agradecer a los padres, en su día, sin dejarlo para más tarde, como a los maestros, etc. etc., lo que tan bien hicieron a su manera, de muy buena gana y honda sabiduría.
Y es gratificante que con los pocos bártulos, siempre son pocos, hayamos sabido salir a la plaza pública sabiendo leer, escribir, bailar, tocar maravillosamente bien la guitarra, por ejemplo algunos, enderezarse por la vida con recios hábitos y buenas maneras, no dando demasiada importancia a los errores garrafales de unos pocos, la maldad de los menos, sabiendo que los más no se comportan así y que los errores y la maldad también son nuestra mala sombra.
Y comportarse como la mariposa que, haciendo caso a su memoria siempre en activo, nunca olvida sus raíces por humildes y rastreras que fueran.
Y..., te lo diré mejor de la mano del poeta Félix Grande:
“Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás...
Sabes que volverás, que te hallas condenado
a regresar, humilde, donde fuiste feliz.
Sabes que volverás
porque la dicha consistió en marcarte
con nostalgia, convertirte
la vida en cicatriz”.
Julio Llamazares, otro poeta y novelista, también, remata los versos de Félix Grande: “Claro que se puede regresar a un lugar del que nunca nos hemos marchado. Ese lugar también somos nosotros”.
Son tan fuertes las raíces que ellas nos sostienen, y mantienen siempre fresca la memoria, que no es posible olvidar a los nuestros y quiénes fuimos y somos. Y está meridianamente claro: Sería grave, en exceso grave, que pudiendo ser mariposas nos quedáramos eternamente vegetando en la tierra, siendo solo y nada más que gusanos.
Será bueno por ello, tener presente siempre, por si acaso, esta bella frase:
Mariposa con buena memoria no se burla de ningún gusano.
https://youtu.be/7Sw3LNC10GI Papirosn - yiddish song - klezmer band "Inejnem". De las muchas que existen, he escogido estas dos para que compares. https://youtu.be/mu9xjZyOvAw The Alibi Sisters - Papirossen (Yiddish Song)
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