La lucidez de algunos personajes públicos destaca en medio de la cloaca que, en ocasiones, nos inunda de faltones, sombríos y apocalípticos que merodean en todos los ámbitos de la vida, no solo en la política, ojo.
Pero vayamos a lo que íbamos, a destacar la lucidez y buenas maneras de José Luis Gómez, actor y director de teatro. Tomo algunas frases dichas por él en una entrevista con Juan Cruz que me han servido para pergeñar mis notas al respecto. Toda la entrevista rezuma sabiduría, paz y armonía consigo mismo.
En lugar de salir despotricando contra la pandemia al preguntarle el periodista y escritor sobre cómo se ha portado este tiempo con él, nos suelta la primera perla: “Ha sido una ocasión de oro de ir hacia dentro”, algo que no hacemos, sigue diciendo, cuando el tiempo es muy clemente, todo va sobre ruedas y uno no presta atención. Algo habrá tenido que ver estar siempre rodeado de textos que ha interpretado y hecho suyos: Pascual Duarte, La Celestina, el Quijote, Unamuno... Ir hacia dentro y crecer, como tantas veces he recordado la frase de Aranguren: crecer hacia dentro y hacia los lados, esto es: en profundidad y en solidaridad.
En este tiempo ha aprendido, asimismo, a ser más paciente, “más consciente de mi total dependencia de los demás y de la dependencia que, de alguna manera, otros tienen de mí”. Este hombre, cuando habla, está sembrado. Y cuando le sale, sin querer, o queriendo, el tema de la desigualdad aprovecha para poner las cosas en claro. “Me he leído la ley de Celáa. Me han asustado las protestas en contra... Lo que hace la ley es simplemente reducir el apoyo a la concertada. Muchas personas, muy afortunadas por la vida, consideran que eso que reciben es insuficiente”. Estoy de acuerdo con él. Y me la le he leído, algo que otros, por lo que dicen, poniendo el grito en el cielo, pareciera que no lo han hecho.
“La Ilustración llega aquí muy tarde, no penetra la reforma luterana, y esta reforma ha sido muy buena para todo el continente y para toda la humanidad porque la Iglesia católica, con mi respeto, no iba por un buen camino. La religión es un tema aparte, pero a muchas personas les moldea la vida y la huella católica pesa todavía en la historia española”. Esto le sigue contando al entrevistador, lo que me lleva a mi juventud de seminario en la que nos enseñaron a odiar, creo yo que sí, como suena, a Lutero, Calvino y todo lo que oliera a protestante, y no se nos explicó, como debía hacerse, en clases de historia y teología, porque no dejaban de ser hermanos nuestros en la fe, aunque de forma un pelín diferente y tenían más razón que unos santos en denunciar lo que denunciaron. Cómo entender aquel sindiós y sin sentido, y menos que fueran gestando las guerras a fuego lento durante tantos siglos.
Le comenta el periodista que a lo largo de la vida ha hecho un viaje en busca de los personajes y ahora parece estar en busca de una persona que se llama José Luis Gómez. Y contesta que “decididamente sí. Toda una búsqueda que se concentra en quién soy, qué soy”. Lúcido, inteligente, buena gente, inmenso actor y hombre-animal de teatro y con un sentimiento infinito de gratitud a la vida.
Ha cumplido los 80 y sigue. Como nuestra Lola Herrera, con 85 años y sus Cinco horas con Mario a cuestas. ¡Qué maravilla! Nos reconcilian con lo mejor y más luminoso del ser humano. Gracias por existir, gracias por ser, gracias por vuestra luz.
https://youtu.be/aMayBeGHmKc Amelia Brightman, Sarah Brightman, Gregorian - Moment of Peace
No hay comentarios:
Publicar un comentario