“La sociedad está dividida entre quienes no soportan oír hablar de Gaza y quienes son incapaces de dejar de pensar en nada más que no sea Gaza. Me incluyo en estos últimos”. Lidia Jorge, escritora portuguesa.
¿Estamos del lado de los que no soportan que se hable de las tragedias humanas, una película que narra y describe el sufrimiento, la masacre de pueblos, la violencia, día sí y día también, a mujeres, esposas y madres de sus hijos, sin salir de nuestra área de confort? Se entiende y se comprende que estemos cansados y hartos de un mundo en negro, y que sea noticia día tras día, pero...
¿O más bien de los que tienden a oír y escuchar el clamor de los vencidos, ninguneados, atropellados y no tienen donde caerse muertos, ver una vez más los rostros y las carnes de los niños famélicos y asesinados de Gaza, porque eso aumenta la sensibilidad y el humanismo en nuestras debilitadas carnes y el alma adormecida, y decir: Viva la Flotilla y mil Flotillas más?
Estamos hechos de luces y de sombras y es bueno hasta para la salud mental no recrearse en nuestros tropiezos, errores y maquinaciones de muchas gentes que alimentan el cieno y la basura más inmunda. Es sano salir de ese mundo. Por eso le viene bien al cuerpo y regalarle algunos placeres, sin ellos la vida es infinitamente más inhóspita y triste, y no digamos el alma que se expansiona ante la belleza, el buen rollo y la alegría de vivir. Pero hay que mirarle de enfrente a lo que pasa fuera: bueno y malo. Cuando nada de lo humano nos es ajeno, ello nos hace más humanos.
Siempre la vida nos sitúa ante dos mundos antagónicos, la gente que cumple y es honesta y cercana a la gente maja, gente delicada y buena gente, y los impresentables, violentos de palabra y obra, estúpidos y mentirosos o los que se ponen de perfil con tal de no criticar a los de su casta, partido, corporación y tribu. Elegir es clave si uno quiere salvarse de la apatía y la barbarie.
Esto escribe, sobre la más rabiosa actualidad, Mariam Martínez Bascuñán, como siempre, con mucha agudeza:”La genialidad del Plan de Paz para Gaza está en desarmar la crítica anticipadamente. No es una paz justa, ¿preferirías más muertos civiles? Perpetúa la ocupación, ¿pero hay alternativa realista? El crudo realismo se presenta moralmente superior al idealismo de quienes exigimos justicia”.
Llegados a este punto, uno no para de hacerse estas preguntas elementales: ¿Qué se puede esperar de dos personajes, como Netanyahu y Trump, que tienen el futuro de los palestinos en sus manos? ¿Se adueñarán, que es lo que a simple vista se vislumbra, de toda la Franja para convertirla en su feudo de dulce veraneo para ellos y los suyos y un negocio estimable para ellos y su casta? ¡Abrir los ojos a la verdad es tan necesario!
Y volviendo al principio. Comparto la tesis de la escritora portuguesa: Me incluyo en los que son incapaces de dejar de pensar en Gaza, porque a día de día no hay más atrocidad en el mundo, un genocidio, o si prefieres, la aniquilación de todo un pueblo, y todo lo que se haga es poco. Y ya sabes que dar un abrazo, el pésame, algo de uno mismo, sentir el dolor de los otros... nos hace más humanos y mejora el universo.
https://youtu.be/fMqerz3X-v8?si=u_rdSfUzF99raD3n M Louis Armstrong What A Wonderful World Subtitulada Español Inglés (Es sangrante que ese mundo de la canción no sea para ellos, porque viven en el infierno)
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