Obsceno, ilegal, amoral... y monstruoso, es lo mínimo que se puede decir y yo no hago más que seguir a los entendidos que esta mañana en la radio hablaban colocando algunos de estos adjetivos tan en su sitio, precisos, ponderados y rotundos, sin medias tintas. Obsceno es de mi cosecha. Hay mucha impotencia, hasta pareciera que hasta en toda Europa con ser tanto Europa en el mundo, que se pone ahora de perfil, y no hay más salida que encender la minúscula luz que llevamos todos aunque sea minúscula y ponerse del lado de la decencia, el orden, la democracia que tanto cuesta sostenerla en tiempos ásperos de ultraderecha, la justicia, la piedad y la compasión, la libertad, la solidaridad y el grito unánime, contra la selva y la barbarie. Donald Trump y Netanyahu. Tras la masacre y el genocidio parece que quieren terminar la tarea en “un ejercicio de limpieza” no puede ser más obsceno, echarles de sus casas a los palestinos, aunque estén destruidas, y de su tierra, aunque esté devastada, para en su lugar construir un espacio turístico de alto standing mirando al mar, con centros de atracciones, hoteles y casinos de lujo..., y convertir Gaza en “la Riviera de Oriente Próximo”, ¿quién da más?, y todo sin sus dueños lanzados sin piedad a campos de refugiados sin un refugio digno que llevarse a sus vidas. ¿Hay mayor locura, más grande disparate, algo más monstruoso? Trump dice que Israel cedería la Franja de Gaza a EEUU. ¡Qué poca vergüenza! ¿Desde cuándo Palestina es de Israel?
Trump en ese encuentro lanzó una más de sus ocurrencias bárbaras, es decir, salvajes y repugnantes para cualquier oído sensible y justo, y Netanyahu se refocilaba por dentro y por fuera desde su catadura inmoral de genocida mayúsculo. “Se trata de un claro ataque, escribe Mª. R. Sauquillo, corresponsal de guerra, contra la legislación internacional. Es de las amenazas más duras del presidente estadounidense, Donald Trump, de desplazar de allí a la población de Gaza”. Israel y Estados Unidos, Estados Unidos e Israel, y EEUU tras haber entregado ya una ayuda militar de más de 22.000 millones de dólares para la masacre de Gaza, dispuestos a lo más bochornoso y canalla: la limpieza étnica.
El senador demócrata Chris Murphy, ha reaccionado atónito. “Se ha vuelto completamente loco. Quiere una invasión estadounidense de Gaza, que costaría miles de vidas estadounidenses y desataría un incendio en Oriente Próximo que duraría veinte años. Es una salvajada”.
Pues eso. ¿No tendría que ponerse en pie todo el mundo? Yo solo puedo ponerme de mala leche, sé que solo no puedo hacer nada, pero si a mi poca nada se une la poca nada de cada ciudadano del mundo este plan de locura, barbarie y crueldad es seguro que se vendría abajo.
https://youtu.be/rZWeCtCxxEo?si=M7Qn9SdOviKyMirD María Dueñas, Itamar Golan – Lalo: Deux impromptus, Op. 4: I. Espérance
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