Una nueva película de Pedro Almodóvar “La habitación de al lado”, con dos grandes actrices, Tilda Swinton y Julianne Moore, hablando además de la muerte como lección de vida y de la amistad como refugio final, son más que suficientes para desear verla en cuanto se presente en las salas. Será en octubre.
La muerte como lección de vida, me parece una afirmación fundamental de largo alcance con lecciones a considerar, retener y tener bien en cuenta frente a múltiples anti-lecciones que hemos ido recibiendo desde siempre. Demasiados miedos, demasiados desenfoques, infinitos terrores sin base ante lo que debería ser un momento más de la vida que asumir y aceptar sin más, una vida que se cierra para muchos en todos los sentidos, -ya está, mereció la pena-, o que se abre a otra definitiva también para otros muchos. En cualquier caso una lección de bien vivir que debe aprenderse. Y no solo como decía el clásico de la sabia Grecia que no debe temérsela porque si ella está, nosotros ya no estamos, y si nosotros estamos, ella no está, sino verla como una parte importante de la vida, corta o larga, quizá siempre corta, pero por qué motivo y razón hacerla eterna aquí en este planeta con sus dimensiones, en el que importa estar y dar paso hasta con cierta elegancia, con elemental solidaridad con un brindis final a lo que ha sido y desear que a los que nos siguen les vaya mucho mejor.
Y la amistad como refugio final, en la película así parece que es, el refugio al final de una amistad que vuelve a encontrarse y vivirse con la intensidad que le da una enfermedad letal y una amistad que vuelve a abrirse para vivirla hasta el fondo en una entrega desinteresada y absoluta.
También podrían cambiarse las frases y tener un sentido casi más ambicioso: La amistad como lección de vida y la muerte como refugio final. Y quizá vayan también por ahí los tiros. Y tan es así que parece que hasta las dos artistas han vivido tan a fondo su trabajo que la película les ha regalado una buena nueva amistad y la muerte en la obra es refugio, final, casa y cobijo, abrazo para siempre en la memoria y una experiencia profunda compartida.
Decir que el público aplaudió durante 17 minutos tras la proyección de la película en una histórica ovación. Lo cual dice mucho de ella, así que no habrá más remedio que verla, disfrutarla y aprender buenas lecciones de vida, de muerte y de amistad.
Luis Martínez, crítico de cine, que la vio, dijo esto:
“Es una película sobre la vida desde la claridad de la muerte; es sobria hasta la agonía, pero inundada de colores encendidos; es un melodrama por definición exuberante y, sin embargo, toda ella cabe en la música callada del duelo; promete una gran historia de amor y, aquí no hay sorpresas, ahí está la pasión más pura trasmutada en el hilo de acero que une a dos amigas a un paso de todos los precipicios”.
“Las interpretaciones, la contención, la sensibilidad, la siempre impecable puesta en escena y visión cromática. “La habitación de al lado” pide tiempo para despegar. Pero termina volando muy alto”, Tommaso Koch
Nota no tan al margen: Esta vez nada al margen, porque esta misma tarde Pedro Almodóvar ha hecho historia tras ganar el León de Oro de Venecia. Me alegro mucho, enhorabuena.
https://youtu.be/erTtiA3iSQY?si=E7ojNwM4TCN7MA5T Ara Malikian. Astor Piazzolla. La Primavera Porteña
No hay comentarios:
Publicar un comentario