jueves, 14 de julio de 2022

LA VIDA NOS SALE AL ENCUENTRO

 


Ya estoy aquí de nuevo y con ganas de seguir en vuestra compañía, dar guerra de la buena, compartir la sal y la pasión por la vida, levantar el ánimo cuando este decae, defender al débil, la flor que brota en los lugares más insospechados, los valores que estando en baja debieran llegar a lo más alto de nuestras cumbres.

No pretendía más que un breve saludo y entradilla pertinente de introducción, para, sin más, pasar al artículo preparado, tras una breves vacaciones, pero la vida me ha salido al encuentro con toda la preposiciones de nuestro idioma y me he dejado llevar porque el tema se las trae y nos lleva con enorme facilidad al corazón mismo de lo que nos importa.
“A” la vida, “ante” la vida, “bajo” la vida, “cabe” la vida, “con” la vida, “contra”..., no, por favor, o sí, cuando la vida ya no merece la pena, porque de vida digna no tiene nada, “de” la vida, “desde” la vida, “en” la vida, “entre” la vida, “para” la vida, “por” la vida, “según” la vida, “sin” la vida, digamos lo mismo que con la preposición “contra”, “so”, “sobre” y “tras” la vida.
¿Quién da más? Ya nos dijeron lo sabios, entre ellos, el bueno, sabio y profesor Emilio Lledó que somos lenguaje y que el lenguaje nos forma y nos conforma.
Curiosamente esta noche tuve un sueño en el que participaba y coordinaba una mesa redonda con un grupo de amigas sobre el tema en cuestión y preguntaba yo a cada una de ellas: ¿cómo te va la vida, cómo te enfrentas a ella, qué haces para mejorarla, cómo la compartes, cómo se comporta contigo y tú con ella, etc.etc.etc? Y cuando me desperté seguí dándole vueltas y me vino la inspiración de las preposiciones y me pareció bueno traerlo aquí por si sirve para alargar el discurso, que me parece que sí. Porque cómo, si no, enfrentarse con buenos modales y buenos argumentos y muchas ganas y hasta con pasión y coraje a este asunto en el que nos va de lleno la misma vida, por delante, para atrás, en mi casa y en la tuya, entre todos, etc, etc. Pena me dio, al despertarme, haber olvidado las respuestas a mi pregunta.
La vida con mayúscula, pero quizá mejor con minúscula: lo del acontecer más cotidiano, desde abrir los ojos después del sueño y levantarte de la cama y ponerte las pilas para hacer y deshacer lo necesario, dar los buenos días con la mayor de las amabilidades, tomar el primer café y las tostadas con buena aceite y mermelada y seguir así hasta la noche con todas las tareas sencillas, importantes y fundamentales. La vida como don, regalo, abrazo, brindis, compromiso, solidaridad, concordia, convite, aliento, susurro, sonrisa y aplauso...
Pues eso, que nos seguimos queriendo, leyendo y compartiendo vida.
Nota no tan al margen, teniendo en cuenta que estamos hablando de la vida. Sí, de acuerdo con que es necesario defenderse contra la locura desatada de Putin, y defender a Ucrania, qué menos, pero me da miedo y pavor ver cómo ambos bandos se arman hasta los dientes con un formidable ardor guerrero. Con lo que la vida está en el mayor de todos los peligros, y quién sabe, si seguimos así, al borde la tercera guerra mundial. Ay.
https://youtu.be/18mHMEqYEF8 Emma Shapplin-spente le stelle

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