jueves, 10 de febrero de 2022

CUANDO LAS PALABRAS SON INTOLERABLES

 Cuando las palabras o los discursos son intolerables, solo un tonto, que puedo ser yo, un estúpido que mira siempre para otro lado, un indiferente a todo o un cínico puede quedarse como si oyera llover. Decir como la Presidenta de la Comunidad de Madrid, de paso por Valladolid, refiriéndose a los abusos sexuales de sacerdotes y religiosos, que: “Todas las instituciones cometen errores. Y muchísimos más aciertos, la mayoría de ellas”, es cometer una barbaridad de tal calibre que callar es acompañar, queriendo o sin querer, a esa barbaridad, porque no se trata de errores, Señora, se trata de gravísimos delitos que deben ser investigados, pidiendo que la Justicia actúe, que nadie quede impune, ni se conforme con pedir perdón y a otra cosa, se condene con las penas que marque una Justicia justa, se repare el daño hecho a las víctimas y se resarza cuantos males físicos y mentales se les haya ocasionado. Todos leímos alguna vez con estupor y temblor la condena del mayor de los profetas: “Al que escandalice a uno de estos pequeños, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar" (Mt, 18,6 ss). Tenían 8, 10, 12 años... ¡Cómo mirar para otro lado! ¿Cómo llama Vd. “errores” a los cientos y cientos de abusos y agresiones sexuales cometidos por todo lo ancho y largo del país a los que con toda claridad, son delitos? Error: Acción desacertada o equivocada, según el diccionario de la RAE. Delito: Acción u omisión voluntaria o imprudente penada por la ley. El delito, por lo tanto, implica una violación de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena. ¿Nos vamos aclarando, Señora? ¿Se aclaran quienes la siguen y la aclaman sin percatarse de lo que siguen y aclaman? Porque estamos tocando fondo cuando de aclararnos la voz se trata, y distinguir medias verdades y falsedades de puras y desnudas verdades, de puras y verdaderas palabras que nos salven a todos y no nos inunden en un mar irrespirable de porquería, banalidad e indiferencia a todo, para que todo pase a ser lo mismo, abandonando la luz, la búsqueda conjunta de la verdad y echar una mano a quienes de por vida se les machacó la vida al tiempo que se intente por todas que no vuelvan a pasar hechos tan infames.

Por eso ¿quién se atreve, habiendo llegando hasta aquí, a no celebrar y aplaudir la creación de una Comisión independiente de investigación de todo lo sucedido para hacer justicia, enmendar la plana, rendir cuentas, resarcir en la medida de lo posible y con mucha generosidad los destrozos cometidos? Resarcir, esto es: restituir, reparar, indemnizar, satisfacer, compensar, devolver, desagraviar. Y que la Jerarquía de la Iglesia esté en primera línea, ¿lo hará?, sin escaquearse ni lavarse las manos en agua sucia o bendita.
https://youtu.be/UUF-jHyEuNg Oyfn Pripetchik- yiddish song- Esther Ofarim Una de las melodías de la película “La lista de Schindler”.

1 comentario:

teresamoterae dijo...

Se puede decir más alto, pero no más claro.