Hemos necesitado desde siempre la leña de los árboles para calentar nuestras chimeneas y para amueblar las casas, sin percatarnos de que nos estábamos cargando el cielo de la boca y hasta el mismísimo cielo como se ve palmariamente en la imagen, que tiene la fuerza suficiente para que el grito restalle en el firmamento y lo abra de cuajo. El hombre iba feliz cuando salió de casa, como buen leñador reconocido en toda la comarca y, cuando se acercó al árbol, que iba a derribar con orgullo visceral, este se le subió al cerebro para ocuparlo de lleno, hasta que poco después se asustó ante la tamaña herida que estaba infringiendo en el universo, y se asustó, menos mal, y le dolió la faena cometida cual asesino en serie, y se arrugó, y se fue a casa sin decir ni una palabra de lo que había cometido de manera irracional e insensible. La mano del hombre sobre la tierra se halla detrás de forma más o menos directa en cada uno de los millares de desastres veraniegos cuando el calor aumenta de manera inusitada, y uno no puede por menos de pensar ya repetidamente: no hay planeta que resista estos desastres naturales y humanos. Arde Canadá, California, Turquía, Atenas, El Tiemblo... y así un año y otro también. ¿Hasta cuándo? Y las heridas son más terroríficas ante la magnitud del desastre inmenso y la muerte de la tierra en tantas zonas, antes llenas de vida y de belleza.
Me detengo aquí, solo quiso ser un grito de dolor ante el árbol y el cielo heridos de muerte de la imagen, el grito del cielo roto y del árbol tronchado. Me detengo aquí para ver el desastre, mirarlo bien y contemplar la suerte presente y el apocalipsis futuro si todo esto no se remedia a tiempo..., y tardan en llegar los remedios, porque, de entrada, no se ve que los Gobiernos del mundo planten tantos bosques como los que son destruidos por las llamas, si no más, sería lo mínimamente deseable, y mínimamente deseable que algunos vayan dejando de negar la gravedad del cambio climático, porque ya va siendo hora.
https://youtu.be/Z50Ooqv1GFg Bela Bartók - Romanian Folk Dances for String Orchestra Sz.56 BB 68
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