lunes, 17 de mayo de 2021

LA METÁFORA DEL MIRLO

 


Pedro Ojeda es mucho Pedro Ojeda, porque está en todo, y bien, de aquí para allá en un sin parar, y uno que se ha ido haciendo más sedentario, será por la edad, admira, más aún por ello, este deambular y peregrinar como activista, coordinador de mil eventos literarios, además de profesor de Literatura en la Universidad de Burgos, poeta, escritor, alma mater del Programa Letraheido del Ayuntamiento de Valladolid y mucho de lo que se cocina y cuece en La Casa Zorrilla, entre otras muchas tareas literarias. Le vino bien el confinamiento en los meses de marzo, abril y mayo en Béjar, donde tiene casa, y muy bien a los demás, porque gracias a aquel encierro, nos ha podido regalar, para disfrute de la mente y los sentidos, un hermoso libro, “La metáfora del mirlo”, el diario de un confinado que fue escribiendo meticulosamente, sin faltar a la cita diaria, en un alarde de saber combinar los recursos de un buen diario a su alcance, que no son pocos, llevándonos con mucho arte de la pandemia y todos sus demonios familiares con sus secuelas lastimosas, al pensamiento de los temas sociales y políticos más actuales y el descanso para los sentidos y el alma con la descripción del temporal y el paisaje en tiempos de lluvia y nieve. Hay otra vida, y más vida, social, literaria, familiar, del presente, del pasado y a la espera esperanzada del futuro en el libro, al lado de la pandemia que nos está cambiando los hábitos y el resuello del vivir.
Alarmado como muchos del clima de crispación, “la sinrazón de algunos argumentos”, “el uso de patrañas burdas y consignas de manual de política barata”, ejemplos de mala educación, de provocación soez sin razón alguna, del odio político y de los otros, que nos hacen más frágiles, y mucho más débil pensamiento..., y pidiendo, más que por favor, más armonía y mayor estabilidad social. Y en estas, corta por lo sano, con frecuencia para ofrecernos una parada a modo de oasis, para gozar de sus visiones poéticas y relajantes: “En la sierra, las últimas lilas festejan la plenitud de la primavera”, o “No quiero tardar en subir a donde están estas nubes pegadas a la sierra de Béjar”, o “Hoy la gata negra no ha tenido suerte. El mirlo ha levantado el vuelo y se escapa con su dardo amarillo hacia otro patio”, o “Qué hermosa noche la de hoy, con la luna grande sobre la sierra”, hermosa y grande la frase, de sencillez machadiana, o “Cuando todo pase, ¿habremos aprendido? ¿Hasta dónde llega vuestra memoria del dolor? ¿Sabremos pedir cuentas de los errores cometidos? ¿Nos las sabremos pedir a nosotros mismos?”, porque se trata de libro que va hacia dentro de sí mismo, como autor, y espejo en el que mirarse en calidad de lector, atento a lo que se dice, cómo se dice y cómo nos concierne a todos.
Porque, “la verdad es que todo lo que ocurre, asusta. En pocas semanas, está hablando el autor de los primeros días de la pandemia, el virus ha saltado de China a Europa y su extensión parece imparable”… Y ya, al principio, le va sucediendo lo que nos acontece a todos: “Hemos pasado todo el día de ayer y todo el día de hoy pegados a la televisión, a la radio y a las redes sociales. Comienzo a percibir el daño que me hace el exceso de información y cómo cada hora que pasa en vez de estar más informados lo estoy menos”. Yo, también escribí un pequeño diario, a lo breve, durante esos tres meses en los que anoté esta cita bien sabrosa: “Cuanto más confusos están los expertos más sabe tu cuñado”, del magnífico periodista, Íñigo Domínguez. Pero cedamos la palabra al protagonista de esta reseña, ya hacia el final del diario: “Hay un flamear de ropa puesta a secar al sol en las fachadas. A la luz y al viento, como si necesitáramos salir con muda limpia a la calle. La mejor bandera siempre es aquella que nos podemos poner a diario, lavada con esmero, planchada y doblada. El hogar huele a ropa recién planchada, el país que necesito”. Hermoso, insisto, este libro de Pedro Ojeda, y altamente recomendable. Rezuma poesía, que se agradece siempre y pensamiento del que relaja y hace pensar.
https://youtu.be/q8vp6Rpjzsg Paco de Lucia and Sextet - Solo Quiero Caminar.

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