domingo, 5 de julio de 2020

PARA CUANDO PIERDAS EL TREN


“Perdí un tren, pero gané un amigo en la estación”. Leído en las Redes
Cuántas pérdidas a lo largo de una vida. No está de más dedicarles un recuerdo, fueron nuestras y quizá nos dolieron casi todas, pero algunas se quedaron para siempre, ay. Aunque tras cada pérdida suele venir enganchada una ganancia. Por fortuna el dolor no es eterno, y por desgracia la alegría tampoco, pero con el recuerdo pervive, y mucho. Así que vamos allá:
Perdiste un amigo de toda la vida, por lo que fuera, porque murió, o se fue con otros, o te dijo que le habías decepcionado, sin tener razón alguna, pero volviste el rostro y diste con el amigo de toda una vida, a quien no fallas y quien jamás te dirá: me has decepcionado. Quien dice amigo, dice amiga, claro está.
Perdiste un tren que no iba prácticamente a ninguna parte, porque aquello no tenía ningún futuro y el presente era harto aciago, pero en la misma estación salieron otros trenes que te llevaron en volandas a conocer otras tierras, bellas ciudades que desconocías, otras mujeres muy bellas, otros amigos estupendos.
Y como de recordar se trata no puedes por menos de recordar con un sentimiento hondo de culpabilidad cuando te acuerdas de las pocas visitas que hacías a tus padres ya mayores, y por eso ahora tratas de mejorar tu pasado (se puede) visitando con frecuencia a tus dos hermanas en sendas residencias de ancianos. Y ellos estarían muy contentos de este comportamiento, que es como si esas visitas fueran para ellos también.
Y como sobre recordar andamos, cito la regla del psicólogo cognitivo Daniel Kahneman que demostró que los seres humanos seguimos la regla del “pico y final” a la hora de recordar sucesos, nos quedamos con el momento más intenso: el pico, y con el final. Una pena, porque nos perdemos momentos que, sin ser estelares, fueron la mar de sabrosos y reconfortantes, y cuando regresan ríes por fuera y mucho tiempo por dentro.
Perdieron el romance mejor cantado y aplaudido que hizo época, allá por la década de los 70, con canciones de nata y fresas, me refiero a Romina y Al Bano, pero duró lo que duró, y se separaron como pareja estable y dúo profesional. ¿Seguro que no han encontrado otros caminos tan interesantes como aquel que cruzaron juntos? Espero y deseo que sí. La vida es lo suficientemente larga como para poder coger muchos trenes y enderezar y andar muchos caminos. Y hasta volver a coger el tren perdido, ¿cómo ellos? Pero habrán añadido otras frutas y otros sabores, ella entrada en carnes y años, sigue hermosa, toda una bella mujer; él, todo un caballero con su eterno sombrero y sus gafitas de buen chico, sin perder aquellos dulces sabores en sus nuevos encuentros cantando. Pena de no estar allí acompañándolos en un baile bien agarrado.
“Perdí un tren, pero gané un amigo en la estación”. Y puede que hasta ganaras en el cambio. Puedes llorar la pérdida, pero no te olvides de celebrar las nuevas ganancias.
... https://youtu.be/8TomzIPLJWw Al Bano & Romina Power - Sharazan (Live 2019) ... https://youtu.be/5zI-a7dIpHs Al Bano & Romina Power - We'll Live It All Again (2019) Dos por el precio de uno. ¿Bailas?..., por favor.

1 comentario:

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

De nuevo aquí. Se bloqueó en marzo, quién sabe si tuvo que ver algo en ello la MALDITA PANTEMIA. Pero he vuelto y devolveré algunas entradas perdidas. Gracias por seguir aquí. Un abrazo.