lunes, 16 de marzo de 2020

ENCERRADOS EN CASA


Me siento obligado a escribir desde este encierro aceptado desde la responsabilidad y solidaridad conmigo mismo y todos los demás. Este confinamiento deberá ser apreciado y utilizado para aprender a vivir dándole sentido y un largo recorrido hacia uno mismo y hacia nuevos horizontes. A veces contemplo la casa como un barco que rompe y acoge a las olas.
- Primera ola negra: Peor que el coronavirus es mirar para otro lado, como si no existieran las desgracias y catástrofes lejanas y cercanísimas..., porque se trata de un virus más dañino como es el de hacernos indiferentes ante el dolor humano.
- Segunda: Peor es largarse de Madrid cuando se debiera permanecer encerrados en casa y llevar el posible contagio a Marbella, el Mar Menor de Murcia, que ya tiene lo suyo, Alicante, o Urueña, que ya es el colmo, y de igual forma ir a los supermercados de forma compulsiva..., porque el civismo y los buenos modos se alejan peligrosamente dejando el campo lleno de minas. Y graves, muy graves, claro está, los muertos y las secuelas desde ya mismo, los miles de despidos y la soga al cuello de pequeños negocios.
Pero no demos alas al pesimismo, lo oscuro y lo negativo, que enseguida nos lanzamos monte abajo gustosos y relamiendo nuestras heridas, siempre nacen flores en los sitios más inhóspitos y tras los túneles siempre aparece la luz y hasta este virus maldito se irá de nuestras vidas y algo habremos aprendido:
- Primera ola blanca: Para los lectores y seguidores fieles de la gran novelista americana Joyce Carol Oates, os comunico una noticia espléndida: la reciente publicación de su última novela, y esta vez de solo 220 páginas, “Persecución”. Yo ya me leí tres novelas suyas, magníficas, de más 800 páginas, el tamaño habitual de sus libros. Y dar la bienvenida a la escritora, Maruja Torres, que ha vuelto hoy a EL PAÍS. ¡Pero qué buena es!
- Segunda: Amal Hafiz, siria, viuda de cuatro niños lleva huyendo siete años. A su marido lo mataron cuando iba a por el pan. Amal, como toda Madre Coraje dice que cruzarán a Turquía o morirán intentándolo: “No voy a dejar que a mis hijos los maten aquí”.
- Tercera ola blanca como la esperanza: Una de las noticias mejores y más alentadoras es que China se recupera de la pandemia vírica que ha ocasionado 132.000 afectados y cerca de 3.000 muertos.
- Cuarta ola musical: no puedo por menos que alegrarme y celebrar que en varias ciudades italianas muchos vecinos se hayan asomado a sus ventanas y balcones “en medio de la noche” y se hayan puesto a cantar y darle música al miedo y a la noche... Y emocionante, yo me emocioné, cuando el sábado, a las 22´00, abrí la ventana y me uní al aplauso de mis vecinos de Huerta del Rey.
- De esta saldremos que es al final lo que importa más, pero ¡ojo! que la cosa se pone grave y todos somos imprencindibles.
“Encerrados en casa”, este ha sido el título, en negativo, que no me acaba de convencer, ni a ti, me imagino, pero podemos cambiarlo por “Como en casa en ninguna parte” o “Aprendiendo a vivir hacia dentro” o “Cuando la casa es un barco”.
https://youtu.be/VXn7zgLlJ28 Ana Alcaide: pasacalles sefardí

No hay comentarios: