martes, 31 de julio de 2018

DICHOS Y HECHOS ESTÚPIDOS



En uno de sus artículos dominicales, titulado “Un punto de necedad” la escritora Rosa Montero hacía referencia a una estúpida costumbre que parece que va a más, la de pasarse de un balcón a otro, en los hoteles, “balconing” es el nombre inglés, o tirarse de un balcón a la piscina, a altas horas de la madrugada con mucha bebida ingerida. Hasta ahora ha tenido lugar en Mallorca y sus protagonistas, jóvenes ingleses, en su mayoría, con un final trágico. Hay que ser estúpidos. Ya lo anotó el sabio filósofo, Aristóteles: “Hay un rincón de estupidez hasta en el cerebro del hombre más grande”. Es claro que también se referiría a él mismo.
Si me acompañas, pasaré lista durante unos días de los hechos y dichos estúpidos de nuestros semejantes de aquí y de allá. Atentos:
Para continuar, aunque podría haber comenzado por él: todo lo que sale de la boca de ese hombre, el presidente actual de los Estado Unidos pertenece al reino de la estupidez. ¡Pobres americanos, pobre mundo con personajes así y con tanto poder!
Estupidez es, en lugar de beber en las comidas, mejor, una  o dos copitas de buen vino, meterse una botella o dos si se tercia, más los chupitos o los gin tonic correspondientes.
Estupidez es, en lugar de ir a 120 o 130, a lo sumo, poner el coche a 190 0 240, y no digamos conducir conscientemente por la calzada contraria: estupidez en sumo grado.
Y estupidez es, en lugar de tener un coche, o dos, si quieres, por  pareja, como muchos hijos de vecino, almacenar diez o doce de gama alta y superlujo. ¿Nos podría explicar alguien que para qué?
Estupidez es decir, sin que le tiemble el cuello de la camisa y el nudo de la corbata: “El PSOE ha dañado tanto a RTVE en seis semanas como el PP en siete años”. Modérese Sr. Rivera, por favor, céntrese de una vez  y sea justo y objetivo. Lo que no quiere decir que el PSOE esté limpio de pecado o Podemos o el PP. A cada uno lo suyo cuando mete la gamba.
Hay quien parece querer sobresalir con la crítica más acerada, ejemplo, Félix de Azúa,  y no se da cuenta de que lo que dice es una gran estupidez y una perfecta majadería: “Vamos por el camino de Argentina y si alguien no lo remedia pronto seremos  tan caníbales como los hijos de Perón”. ¡Se habrá quedado a gusto!
Estupidez es proclamar contra viento y marea que se está a favor de la vida y la familia, porque, en su sano juicio ¿quién no va a estar a favor? Otra cosa es estar a favor de la vida cuando está es insoportable y ya no es vida y otra muy diferente que se excluyan de la familia las múltiples y libres formas posibles como se dan en la actualidad.
Y por supuesto, estupidez  es, sostener a voz templada y grito descompuesto que jamás en la vida has cometido ninguna estupidez. Ya lo sabes, te lo recuerdo una vez  más: quien esté sin pecado arroje la primera piedra, y se fueron retirando empezando por los más viejos.

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