ERRORES QUE MATAN

Hay errores que cuestan la vida y éste del perro dando un fantástico salto mortal es uno de ellos. Se ha cegado en la pieza, no ha medido los pasos y se ha lanzado al vacío, sin pensar que ahí mismo estaba su perdición.
También se equivocó la paloma de Alberti, que por ir norte se fue al sur, ¿recuerdas? “Creyó que el trigo era agua. / Se equivocaba. / Creyó que el mar era el cielo; / que la noche, la mañana. / Se equivocaba. / Que las estrellas, rocío; / que la calor; la nevada. / Se equivocaba. / Que tu falda era tu blusa; / que tu corazón, su casa. / Se equivocaba. / (Ella se durmió en la orilla. / Tú, en la cumbre de una rama.)”. Roto el orden natural de las cosas. Muy grave porque el instinto no falla o no suele fallar y cuando ello sucede se trastoca el orden rigurosamente establecido.
Lo del perro es ceguera, le pudo la presa y por no mirar donde debía se la jugó definitivamente. El águila, si es que es águila, se iría de rositas, más veloz que él, y él terminaría sin remisión despanzurrado.
Pasa en nuestra vida de andar por casa o públicamente:
Como cuando bebes de más, te pasas de la raya y te la juegas, y lo más grave es que puedes llevar por delante almas inocentes, con sus cuerpos, que ya sabes, a estas alturas, que por separado nada son.
Como cuando dictas una sentencia tan leve-tan leve que en cuanto sale de prisión comete el crimen que tenía proyectado, el muy criminal, hasta delante de sus hijas de tres y siete años.
Como cuando pasas la calle sin mirar y sin atender al paso de cebra, aunque tengas ochenta y muchos, te la jugaste y menos mal que fuiste tú solo, menos mal.
Como cuando nunca dices NO y al chaval que ya tiene 22 añitos no hay Dios que le ponga en vereda.
Como cuando nunca dices SÍ y te sale endemoniado, la autoestima por los suelos, sin un poco de cariño que llevarse a la piel abandonada y fría y nadie hace vida de él. (En el sí, para que nadie se despiste, va el aliento, la confianza y esperanza en él, el calor, el refuerzo permanente cuando está en edad de crecimiento...)
Como cuando te empeñas en estar en el lugar que no te corresponde, y no paras hasta ser el presidente de Gobierno, un suponer, cuando está superdemostrado que te falta todo para ejercer un liderazgo elemental con profesionalidad y dignidad, y ese error lleva al desastre a tu país. Mientras tú erre que erre...
Como cuando nos la pegamos a lo tonto por no mirar, por no estar en donde deberíamos estar, por tanta simpleza a deshora..., y sobre todo por no mover un dedo para que los demás no se la peguen y para que este mundo deje de ir de tumbo en tumbo.
Y así sucesivamente...