viernes, 29 de julio de 2016

BELLA MUJER DE PIEDRA




A Marga Cárdaba que nos descubrió esta fotografía

¡Con qué poco se puede crear, construir una hermosa figura, escribir un microrrelato, tararear una nueva melodía de “luz no usada”, dejar algo bello donde antes solo había vacío y soledad!
La multitud que pasea, que paseamos por allí o por lugares similares, apenas si vemos el mar, una simple playa, unos cantos rodados en la orilla que nada dicen, felices por haberlos fotografiados, eso sí, y pasamos de largo, pero alguien, con alma de poeta y cuerpo de artista, se puso a la obra, se detuvo ante las piedras y comenzó a ver la sombra, una ligera silueta, un leve bosquejo, unos primeros trazos en la mente todavía en niebla, hasta que sacó de la chistera su vasta imaginación: mirar, contemplar, rebuscar, seleccionar, rechazar, elegir, meter las manos de lleno en la masa y ponerse a crear y poner sobre la playa el sueño, la idea, la pasión que llevaba en sus adentros, el relato. Supo escoger el marco, inigualable, lo que le brindaba y daba de regalo la ocasión: una playa solitaria, una arena plácida y una mujer para tenderse a lo largo y descansar de los afanes y los días laboriosos de espaldas a un mar que le trasmitía frescura y un bellísimo azul para navegar, soñar, recordar.
Y lo que no era nada y en donde nada había por obra y gracia de un creador nació el milagro: unas piedras olvidadas cobraron vida en una mujer con unas curvas insinuantes, bellísimas y sensuales.
Tiene nombre. El que le demos, porque el artista nos ha regalado su obra. Ya es nuestra, como todo cuadro, libro, disco que tenemos en casa:
La mujer de la playa.
La vida de los cantos rodados.
Bello marco para una mujer de piedra
La desnudez más pura
La mujer y el mar
Los bellos sueños de una mujer hermosa...
Lleva dentro un monólogo:
He venido a recordar aquellos días de amor y un tanto de locura, un amor entrelazado de mañana, tarde y noche hasta la madrugada, sola la luna, medio llena y llena, de testigo, durante muchas noches hasta que poco después todo se lo llevaría por delante la leucemia maldita. Pero he venido a olvidar como él me indicó, todas las lágrimas se las llevó el río de las querencias y del luto dolorido, ya solo me quedan lágrimas de piedra. Y he venido a renacer como él quería: Júrame, me dijo, que serás valiente y comenzarás pronto a vivir otra vida paralela. Te irá bonito porque te lo mereces. Eso me dijo. He venido para comenzar esa vida paralela después de dos años, dos meses y cuatro días amargos. Cambiaré de mar, de cantos rodados y de todos los caminos por los que anduvimos...
Los que me estáis mirando, deseadme, por favor, buen viaje.
Un aviso para navegantes: No pases de largo, amigo lector, querida amiga, y arrulla los sueños de esa mujer de piedra, arena y mar.
Y hombre, hermano, de mi misma sangre y linaje que pasas por ahí, machista recalcitrante, te lo digo con el alma en pie de guerra (el pie de la tolerancia cero): contempla a esa mujer, pero no pongas tus sucias manos sobre su piel de diosa....

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