A PÁJAROS

Nos salvaba estar a pájaros, si no cómo atravesar a nado aquellos inmensos mares de la infancia y la adolescencia de nacionalcatolicismo, sacristía y estraperlo y una cuaresma larga-larga como una cuaresma sin pan, obligados a obedecer, sin más, porque sí, y además era obligatorio el respeto, sinónimo de miedo, a los mayores en edad, dignidad y gobierno, y si te tocaron largos años de estudios con curas, frailes y monjas que fuimos una inmensa mayoría..., solo te podía salvar si estabas en Babia (por cierto: una comarca preciosa), a pájaros, en tus sueños más queridos y tantas veces inconfesables, por inmorales, para aquella moral que venía de lo alto y de los bajos fondos de quienes tenían la sartén por el mango y el mango también, y es cuando a solas con tus pájaros más queridos y los pocos libros que alguien que iba por adelantado te aconsejaba, o tus leves desobediencias, que siempre te pareció e intuiste, lo que más tarde leerías: “qué sería de los niños sin la desobediencia”, y te despistabas, y te marchabas a tus sueños, y no había manera de que te concentraras, por eso fui tan mal estudiante, cómo concentrarte y ensimismarte en lo que no era tuyo, porque aquello que se repetía hasta la saciedad y desde la monotonía, con olor a tufo y naftalina y sabor a rancio, porque los aires no eran tan buenos aires y los alimentos no pasaban por la racionalidad, la tolerancia y la crítica y autocrítica de los hombres libres..., y corto, porque no sé si me he ido, de nuevo, por los cerros de Úbeda, y mi mente de nuevo está a pájaros: soñando, inventando, abriendo ventanas para que el aire sea respirable y entre las ideas más dispares, para seguir debatiendo y ocupando la calle de la libertad y de la cultura que más que almacenamiento es cultivo y dejar vía libre al pensamiento. Y de tanto irme no sé si he dicho algo de ese cuadro magnífico, o si solo era una excusa, no sé, no sé. Pero bueno, para dejarte buen sabor de boca termino con este estupendo aforismo de José Bergamín: “Cuando se tiene la "cabeza a pájaros" hay que andarse con "pies de plomo". Pues eso.