lunes, 29 de octubre de 2012

OTRA LECTURA DE LOS SALMOS



No escribieron David y el resto de los autores sus salmos para que fueran leídos y cantados, siglo tras siglo y milenio tras milenio, sin añadir una sola coma. Porque eso no se le ocurre ni al más tonto del lugar.

Creo yo, que ando cerca del más tonto, que los compusieron para que, siguiendo su estela, como toda obra literaria, sagrada o pagana, los alargáramos a nuestro gusto y medida, nuestra inspiración y nuevos ritmos y les añadiéramos lo que Dios en cada momento nos diera a entender en cada época, siglo o instante. Dicho con todos los respetos. Y con todos los respetos al Opus y sus fieles seguidores, tampoco puedo creer que el fundador de la obra escribiera ¿o sí? para que sus muchachos leyeran  Camino, día y noche, noche y día, como papagayos, hasta el final de lo tiempos y los días.

No me atreveré a escribir unos Antisalmos como nuestro gran poeta vallisoletano, Francisco Pino, pero sí a continuar el fulgor de la poesía hebraica sin respetar el castrador punto final.

Vayamos con algunos ejemplos cogidos a vuela pluma:

1.- Se nos dice: Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados... mas le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día. Es como árbol plantado junto al río que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde. Ya. Pero ¿quiénes son los malvados?  Porque como se dice en otro lugar de la Biblia todo está muy mezclado, igual que el trigo y la cizaña. A simple vista hay malvados en los bajos fondos, en los altos palacios y, sin ir más lejos y con bastante probabilidad, en el mismísimo Vaticano. Y digamos mejor: el hombre bueno, en el mejor sentido de la palabra bueno, como decía don Antonio Machado, es como árbol plantado junto al río que da fruto a tiempo y tiene su follaje verde, respetando, eso sí, la bella y lograda imagen del salmo.

2.-  Escarmentaste a las naciones, destruiste a los impíos y borraste sus nombres para siempre; desapareció el enemigo: es una ruina irreparable; arrasaste las ciudades, y se perdió hasta su recuerdo.  Se pasaron diez pueblos, (Dios, no, los escritores bíblicos) lo siento, porque no es esta la mentalidad y la sensibilidad que en estos tiempos guían nuestros pasos. Es la misma fiereza de probar la fe de Abraham sacrificando a su hijo Isaac, o la de enviar a este pobre y áspero mundo un diluvio, o prender fuego a las ciudades de Sodoma y Gomorra por pecados contra el sexto mandamiento, o convertir en estatua de sal a la mujer de Lot por las simple curiosidad de mirar atrás y no mirar sin pestañear el cogote de su marido en la huída, como dice bellamente una gran poeta de nuestro tiempo. 

3.- El Señor reina para siempre y los paganos desaparecerán de la tierra. Tú escuchas, Señor, el ruego de los humildes, reconfortas su corazón y están atentos tus oídos. Para defender al huérfano y al oprimido y así los hombres de barro no puedan oprimirlos.A la segunda parte ningún reparo, pero la primera no tiene desperdicio en cuanto a descarrilar se entiende, porque ni los creyentes más conservadores de entre los fanáticos de estos pagos, al menos, piensan que los paganos tengan ese final, ya que en la misma Biblia, Nuevo Testamento para más señas, Jesús de Nazaret sostuvo que las prostitutas, dirigiéndose a muchos devotos y seguidores de la ley de Moisés, que le escuchaban, los precederían en el reino de los cielos, al igual que algunos samaritanos y muchos gentiles.Quizá ninguno de los que rezan los salmos a diario lean este escrito. ¡Qué lo vamos a hacer!, porque estaba pensado para ellos! Aunque, por otra parte, la música de fondo vale para todos, también para mí, cuando repetimos las mismas ideas como disco rayado.

1 comentario:

carnet manipulador de alimentos dijo...

siempre es reconfortante la palabra del señor, sea como fuere que viene dada...
Un saludo, me ha gustado mucho tu página!