Foto de Gaudencio Busto
Me cuenta nuestro amigo, Gaude, que nunca sabremos si al propietario de
la casa (que era soltero, para más señas) le parecía demasiada categoría que el
gato entrara y saliera por la puerta principal. Lo que sí es cierto es que
cerró la antigua gatera con un parche, y con un poco de cemento hizo que el
gato se arrastrara por el suelo para entrar, salir y limpiarle de ratones su
vivienda. Este era el pago por los servicios prestados. Tiene su explicación:
el propietario era humano.
Pero si observáis fijamente, veréis que por la nueva gatera además de dejar
correr, quizá, los buenos aires, bajan los malos olores en forma de meada, que
es por donde deben transitar, a ras del suelo y mejor por las alcantarillas.
Dejemos que las cloacas cumplan con su cometido, porque si se suben a lo
alto de los Ministerios (y a un sin fin de elevadas Instituciones) aquí no se
salva Gobierno que se precie y esté a la altura de la más elemental honradez.
Me añade Gaudencio Busto esta nota: aunque te canses de recibir gateras
no lo digas porque, dentro de poco, tendrás documentos únicos: están
desapareciendo a marchas forzadas. Sí, Gaude, como tantas otras cosas, ay.
Nota de actualidad: Veo desde esta mi gatera al grande entre
los grandes, Vargas Llosa, patinar a lo
grande también, porque es tanta la baba, el incienso, la falta de la más
elemental objetividad y el exabrupto verbal, de quien tenía yo como maestro de
la palabra, que me ha producido vergüenza ajena al leer su artículo “Esa Juana
de Arco liberal” dedicado con todos los acordes marciales y ditirambos áulicos a
su amiga Esperanza Aguirre. Espero y deseo una réplica, por ejemplo, de Javier
Marías, Antonio Muñoz Molina, Rafael Sánchez Ferlosio, Almudena Grandes...
Sería delicioso leer sus réplicas y sano para la mente.
Y puestos: desde esta humilde gatera, rogar a la Sra. De Cospedal que
deje de echar tanta leña a la hoguera, únicamente para crispar más la
situación. Es un insulto a la inteligencia comparar la manifestación del 25 S
con el 23 F, ¡por favor! Y de paso al Sr. Rajoy que no confunda más la realidad
y nos quiera seguir confundiendo, cuando la calle grita por la que está cayendo
debe intentar tener el oído más limpio y la escucha más activa y solidaria,
indagando las causas por las que gritan los que gritan y buscando soluciones,
que eso es gobernar.
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