jueves, 26 de julio de 2012

¿QUIÉN DIJO QUE ERA FÁCIL ESTO DE ESCRIBIR?



No sé quién lo dijo, seguro que muchos, yo mismo, sin ir más lejos, menos ahora que me pongo a ello y no me sale nada, y eso que llevo una semana sin escribir ni una sola palabra, puede que sea por eso. La p con la a pa, la m con la a ma, ya, y con esto ¿a dónde vamos? Así comenzó, más o menos, todo, hasta llegar a: serán ceniza, mas tendrá sentido; / polvo serán, mas polvo enamorado, dos versos cumbres de la poesía de todos los tiempos. Pero hay días, como esta tarde de julio de pleno infierno de calor, que se nubla el sol teniendo que encender la luz para poder perpetrar estas líneas y se resiste el más mínimo de los artículos.

¿Se nubla la mente en ocasiones y no brota la inspiración necesaria para salir de esta crisis que nos estrangula? Y si no es fácil escribir ya diréis si es fácil arreglar este desaguisado de políticos, banqueros, financieros, constructores, gestores y contrabandistas de ladrillos y más ladrillos, jefes sin alma de todos los mercados que mandan sobre todos, tal y como nos lo pintan ahora los que lo tienen más claro que el agua clara, pero que no decían esta boca es mía cuando ya se barruntaba todo esto.

Esta misma mañana en la terraza del bar de la piscina el grupo de siempre vociferaba sobre la culpables: los políticos, y cuando esto sucede uno piensa de forma un tanto maliciosa que en sus cabezas planas están pensando que esto lo arreglaba Franco de un plumazo, porque sabía que todos los males precedían de la política y por ello él no era político, mandaba sobre todas las cosas y punto y garrotazo vil, si fuese menester, y era menester, tal y como él pensaba.

No, no es nada fácil esto de escribir, porque ya me diréis a qué viene esto, si había empezado con lo de la p y la a y no quería llegar ni de coña a donde he llegado.

Y como quiera que estoy embarcado felizmente, y disfrutando, en un libro homenaje-ensayo Encuentro con José Hierro, del Ministerio de Cultura, enseguida la mente va derecha a lo que poetas y grandes expertos destripan con maestría el duende y buen hacer del poeta cántabro Premio Príncipe de Asturias y Premio Cervantes. Lo primero la inspiración y enseguida la concreción en la maquinaria  verbal: el poeta lo dirá de forma poética: A veces se realiza el milagro: / el cazador cobra su pieza intacta y viva. / Comienza entonces la tarea primorosa del entomólogo.

Inmenso poeta José Hierro, tanto en su línea de reportajes como en las iluminaciones, dos formas, igualmente ambas, de mucha altura y densidad poéticas. Está bien leer directamente a los poetas, pero de vez en cuando es necesario y enriquecedor leerlos con la lupa de otros poetas y críticos literarios que te enseñan a ver multitud de aspectos que te han pasado desapercibidos y te demuestran que la poesía hay que leerla y releerla una y mil veces cuando es arte y para nada productos al por mayor de versificadores aficionados.

Y así leer los poemas: El pasaporte, de las manos del poeta Carlos Sahagún y Lope. La noche. Marta,  desde los puntos de vista de los críticos Ángel García López y Elsa López, o Alucinación, con la explicación sabia de José Olivio Jimérnez, son lecciones impagables.

Mañana espero hacerlo a pecho descubierto sin muletilla alguna.

1 comentario:

El pastor de... dijo...

Para los que, con mucho esfuerzo, juntamos las letras (letras de todo tipo), tarea imposible parece que será escribir para ser leído. Pero con todo lo difícil que, para los que juntamos las letras, (mi mamá me ama, yo amo a mi mamá) pueda resultar escribir, creo que siempre existe una remota posibilidad de contar algo interesante. Lo que resulta completamente imposible es la segunda parte, la que se refiere a…políticos, banqueros, presidentes de todo tipo…etc.etc.etc., porque estos seres, infalibles ellos, jamás cometen error, véase si no todas sus declaraciones. Los errores que los hay, y gordos, siempre son de los “otros” ¿de quién? Pues eso, de los otros. Si el problema es de vestidos la culpa será del sastre o la modista. Que el problema es de bancarrota del banco, pues la culpa es del empleado de la ventanilla que da dinero a quien no debe. Pero ya el colmo es si el problema es político, porque entonces seguro que la culpa es de Los Reyes Católicos, porque cuando terminaron la reconquista iban montados en un caballo en vez de en una yegua. Entonces: ¿cómo puede arreglarse esto si aquéllos no están y estos hacen lo correcto? Esperemos que desde Bruselas nos traigan alguna solución. ¡Que el Señor nos ayude!
Un abrazo