EL LECTOR DE JULIO VERNE

El lector de Julio Verne forma parte de los Episodios de una guerra interminable, sobre la segunda República, la Guerra Civil y la postguerra, ambicioso proyecto de Almudena Grandes que constará de seis novelas bajo la estela de Galdós que utiliza como modelo. Esta es la segunda novela en la que el protagonista es un chico, Nino, el hijo de nueve años de un guardia civil, que vive en una casa cuartel de un pueblo de Jaén, en 1947. Gran amigo de Pepe el Portugués, un forastero misterioso y que según la escritora aparecerá en los seis volúmenes. ¿Un trasunto de la autora? Con él y por las lecturas de Julio Verne, Nino descubre el mundo y de inmediato empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros de Cencerro, a entender por qué su padre quiere que aprenda mecanografía, que los enemigos de su padre no son los suyos y se jura a sí mismo que nunca será como su papá, guardia civil.

De nuevo, después de Inés y la alegría, primera novela de la serie, vuelve a estar a un nivel altísimo, y esta segunda novela, tan distinta, llega a emocionar por su frescura, su hondura, su hechura ágil, poética, dramática y la magia excepcional, alternado con gran profesionalidad los tiempos, el clímax, los diálogos y los magníficos monólogos para prender al más exigente lector. Cuanto más se mete la escritora en la piel del niño y su psicología más deslumbrantes es la escritura. Una delicia de novela con páginas deslumbrantes.

“La gente dice que en Andalucía siempre hace buen tiempo, pero en mi pueblo, en invierno, nos moríamos de frío. Antes que la nieve, y a traición, llegaba el hielo. Cuando los días todavía eran largos, cuando el sol del mediodía aún calentaba y bajábamos al río a jugar por las tardes, el aire se afilaba de pronto y se volvía más limpio, y luego viento, un viento tan cruel y delicado como si estuviera hecho de cristal, un cristal aéreo y transparente que bajaba silbando de la sierra sin levantar el polvo de las calles. Entonces, en la frontera de cualquier noche de octubre, noviembre con suerte, el viento nos alcanzaba antes de volver a casa, y sabíamos que lo bueno se había acabado”. Así comienza El lector de Julio Verne.

Me hubiera gustado, al finalizar su lectura, que continuara más y más. Estaremos atentos a los siguientes episodios. Esta escritora no defrauda.