miércoles, 2 de noviembre de 2011

PASIÓN VEGA, SUBLIME



Pasión Vega volvió a Valladolid, al teatro Calderón, y de nuevo estuvo sublime con un espectáculo excepcional. El teatro se puso en pie, no solo por su voz, una de las mejores voces de este país, sin lugar a dudas, sino por la interpretación y teatralización con que adorna cada una de sus canciones, adquiriendo una estética asombrosa cada una de las cosas con las que se envuelve: sea un vaso, una cesta para la ropa tras la colada, una cesta con flores, dos abanicos, un pañuelo largo con el que es casi imposible sacarle más partido, una cama y un enorme cojín para deleitarse haciendo un homenaje a la mujer trabajadora, una mantilla…, en este sentido, yo no he visto nada igual y de tanta altura escénica y estética.

No solo hubo copla, única en ese género y a la altura de las mejores, porque nos dio un recital en el que no faltó nada: de la copla al fado, del bolero al pop, de la canción sudamericana al flamenco, la habanera y una canción con tintes árabes que bordó.

Y hasta nos sorprendió al final con la famosa canción “En algún lugar sobre el arco iris”, en inglés, que cantaran Judy Garland y nada menos que Aretha Franklin y Ella Fitzgerald, sin desmerecer. Una maravilla.

Se ha dicho con acierto que las trece nuevas canciones (ofreció una buena prueba de ellas en el recital) de su nuevo disco “reflejan el amplio mundo musical en el que habita Pasión Vega. Su excepcional voz y su capacidad interpretativa permite a la cantante en su nuevo álbum mirar desde Latinoamérica a Oriente, siempre con su alma andaluza y sureña para crear una música única, emocionada, preciosista, capaz de unir la raíz con lo contemporáneo en un estilo que marca una época”.

Hacedme un favor, escuchad a Pasión Vega y, si tenéis ocasión, no dejéis de ir a verla y escucharla. Disfrutaréis a rabiar. Ya lo dije: sublime, y no retiro el adjetivo.

4 comentarios:

Gloria Rivas Muriel dijo...

Pues ya nos has convencido, te haremos caso, irremediablemente. Son tiempos de arte y utopía. (Si queremos redimirnos)
Bussa.

El pastor de... dijo...

Con esto, amigo Ángel, lo que has conseguido, como decimos los de pueblo, "ponernos los dientes largos". Pero tú no sabes el placer, la paz, la serenidad...etc,etc. que se siente contemplando a un rebaño de 700 ovejas pastando, mientras las gotas de lluvia golpean los cristales y dos águilas imperiales moviéndose al ritmo de, quizás, alguna música celestial.

Un abrazo

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Amigos míos: Sé que hubierais disfrutado conmigo viendo y escuchando a Pasión Vega, muy mucho, y sé que disfrutaría como un enano con vosotros de paseo por el canal o contemplando un rebaño, y no digamos si es lloviendo tras los cristales y cruzando el espacio dos águilas imperiales. Demasiado.
Un abrazo

Gloria Rivas dijo...

Ayy madre! Ahora no sé con quien quedarme!!

Por cierto Pastor, un día aprovechando este espacio te voy a transcribir un artículo que publiqué hace años en Reflejos y que se titula "Las ovejas".
Con el permiso de la autoridad, claro.
Feliz finde amigos, me voy a la Casa de las Artes, al teatro y mañana las justas poéticas...
Bussa.