lunes, 7 de noviembre de 2011

BRUTAL PALIZA DE UN JUEZ A SU HIJA

CARTA ABIERTA A LOS Srs. JUECES

Con todos los respetos, no debe ser de otra forma, pero con toda la rabia contenida, porque estoy profundamente avergonzado, escandalizado, dolorido… con algunas de las actuaciones de algunos colegas suyos y, como cuando en otras ocasiones, al igual que otros colectivos, hacen piña, defendiendo al colectivo por encima de todo, y un poco más, esta vez no me vale, no nos valen disculpas, ni sacar de la manga ninguna carta, ninguna ley ad hoc.

Porque quién entiende que toda una juez, en el ejercicio de sus funciones, pueda comportarse como cualquier coleguilla en la barra del bar haciéndose salir por su linda boca un insulto de esta guisa: “Y encima se ríen esos cabrones”. ¡Sra. Juez, habrá que decirla, por lo bajo, lo alto y lo de más allá que se comporte! Yo quiero comprenderla, todos estamos hasta las narices de estos sinvergüenzas asesinos, pero no puedo justificarla y me indigno, me escandalizan sus palabras bajo la toga. Exigimo0s de los jueces más altura.

Y no hablo de otras sentencias que al sentido más común de los mortales hieren, escandalizan y avergüenzan, esta vez estoy tan dolido que paso a dar cuenta de mi dolor, tras ver la terrorífica paliza, digo bien, terrorífica, tortura, malos tratos, de un juez norteamericano a su hija de 16 años.

Las imágenes, que hemos podido ver ahora, fueron grabadas hace siete años y fueron subidas a YouTube por la propia víctima Hillary Adams, cuando la chica tenía 16 años. Una chica, que sufre desde nacimiento una parálisis cerebral parcial, pero fue quien puso la cámara a grabar en su habitación. Ya había ocurrido antes, había ido en aumento y estaba cansada del acoso de su padre, ha explicado.

La depravación y la irracionalidad de algunas imágenes parecen no tener fin. En las imágenes se puede ver un hombre y su mujer azotando con un cinturón a su hija de 16 años (las imágenes pueden herir sensibilidades).
Pese a la brutalidad de la premisa, la dimensión de la gravedad es mucho mayor. El maltratador es William Adams, un juez de Arkansas, en Texas (EE.UU.) y la víctima, su hija Hillary, que ahora tiene 23 años. La niña tenía desde su infancia una parálisis cerebral. Tomado de la Vanguardia


El padre, juez en ejercicio, entonces y ahora, ha pedido perdón públicamente a su hija, pero ha defendido que el ataque “no fue tan malo como parece en el vídeo”. “Fue hace años. Le pedí disculpas”, ha dicho. Tiene gracia, tiene bemoles, nada de nada, ya ven, uno pide perdón y santas pascuas, ¿qué pasó allí?, nada de importancia, murieron en la refriega cuatro guardias civiles y cuatro cartagineses, o fueron cuatro gitanos, qué más da.

Estamos, Srs. Jueces, dolidos, avergonzados, escandalizados, necesitamos explicaciones de todo esto y que no hagan piña ni miren para otro lado y que hagan justicia, porque puede y debe hacerse aunque algunos casos hayan prescrito.
La agredida admite que ha decidido publicar el vídeo como forma de venganza hacia su padre, cuya reelección en su cargo se decidirá en los próximos días.

Creo que somos muchos los que estamos contigo, Hillary, y nos da terror que tu padre sea reelegido.

No, no creo que esto lo lea ningún juez. ¿Qué sentido pude tener este escrito y en este rinconcillo?

Me importa afinar cada vez más mi saber estar y mi comportamiento para que no se me cuele ningún tipo de violencia.

3 comentarios:

Gaudencio Busto dijo...

“Con todos los respetos, no puede ser de otra forma” (…) Lo siento… ¡no, no lo siento! Ángel, puedo estar de acuerdo, o no, contigo en muchas cosas pero en esta no. Con todo el respeto al juez respetable…y al pastor respetable…y al minero respetable…y a todo el ser humano respetable, porque, a su vez, él respeta.
Pero el juez… ¿respetable por el hecho de ser juez? Mira, quizás pueda ser respetable hasta este agresor juez, al fin y al cabo es un ser humano que cometió un gravísimo error, pero que parece que después pidió perdón. Pero… ¿diríamos lo mismo de aquella jueza (A.S.E) que condenó a un hombre por “haber perseguido a una persona corriendo, poniendo en grave riesgo la integridad de la perseguida? Dicho así puede que “el bulto vestido de negro” pudiera tener razón. Pero si te digo que el perseguidor no tenía piernas y que el “bulto vestido de negro” tenía la obligación de saberlo ¿te parecería igual? No Ángel, el respeto se gana empezando por respetar los derechos del semejante.

Quiero aclararte que a esta ¿…? Debieron llamarla al orden desde organismos superiores y donde el día 1 del mes de diciembre condenaba por “persecución,” el día tres del mismo mes rectificaba, pero jamás pidió perdón por el atropello. Aguantó que públicamente la llamaran “bulto vestido de negro”, pero ni se querelló por ello, ni jamás pidió perdón por su baja catadura moral.

Perdón si parece que me he enfadado, pero es lo que siento: respeto para el rey y para el alguacil del último ayuntamiento del pueblo más insignificante.

Mi abrazo y mí respeto para todos los jueces respetables, que hay muchos, tanto como mi desprecio para todos/as (A.S.E).

Respetad y seréis respetados.

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

¿Me he expresado mal? Acaso. ¿O te has precipitado al leer y no has visto entre líneas y fuera de ellas que estamos de acuerdo en el fondo? Pudiera ser.
El comienzo, no es más que una argucia retórica, para ser más duro después, y además va dirigido a los jueces a quienes pido una explicación, porque yo estoy a años luz de respetar esas actitudes: de fuera de tono, de las que van contra el sentido común, y no digamos la de la paliza brutal a la hija adolescente.
Y así pido: humildemente... con todos los respetos... con mucha furia verbal... que nos expliquen por favor, que condenen, que no hagan cuerpo, que castiguen a ese juez no permitiendo que sea reelegido... etc. etc.
¿Seguimos estando en desacuerdo? Quizá no.
Un abrazo por seguir ahí.

Gaudencio Busto dijo...

Hola de nuevo. ¿Te has expresado mal? ¡No! ¿Te he entendido mal? Tampoco. Lo que pasa es que es tal el hartazgo que tengo después de todo lo que ha llovido sobre nuestras sobrecargadas espaldas, que al ver la entrada “con todos los respetos, no debe ser de otra forma (…)” ni he sabido, ni he podido, ni he querido contenerme.

Ni jueces, prevaricadores (que los hay), ni políticos corruptos (que los hay), ni alcaldes deslenguados e irrespetuosos (que también los hay), por mucho que representen a la justicia, sean elegidos por el pueblo, o representen a los ciudadanos y dejémoslo ahí… este tipo de “personas” no representan nada más que a ellos mismos y no merecen el más mínimo respeto ni siquiera porque “no debe ser de otra forma”. Yo creo que sí, sí debe ser de otra forma y así, el respeto para el que respeta… En fin Ángel, no creo que yo pueda informarte de algo nuevo pero… ¡ay si yo te contara!