HAY VIDA MÁS ALLÁ DE CUALQUIER ACTIVIDAD

Hay vida más allá de la literatura, ¡faltaría más! Por ello no es de extrañar que el magnífico escritor Javier Marías haya dicho que le parece horrendo que alguien le pregunte después de escribir una trilogía de casi tres mil páginas sobre lo que está preparando a continuación, ¿no te parece penoso que no tuviera más vida que la de escribir y escribir sin parar aunque sea espléndido todo lo suyo?

Hay vida más allá de cuidar el jardín y las cebollas y ¡cuidado que es hermosa tarea la de preparar la tierra, soñar con la cosecha, ver aparecer los primeros brotes, cómo crecen los tomates y al poco de salir las espléndidas y hermosas flores de los calabacines sorprenderse de su tamaño! Pero ¿hay tantas otras actividades que esperan impacientes a que alguien les dedique tiempo y esmero capaces de estirar nuestra estatura?

Hay vida más allá de la lectura y no puede ser saludable ser ratón de biblioteca y solo ratón, cuando es tan relajante cerrar el libro y contemplar extasiado como contrastan las nubes blancas y pasajeras con el cielo azul y límpido de esta nuestra Castilla y dejar que corra la vida de forma tan bella y armoniosa.

Hay vida más allá de los dioses, porque aun cuando reconforte estar a bien y a solas con seres tan infinitamente buenos y poderosos, es de mal gusto pensar en ellos cuando se hace el amor, se está tomando un cubata, se da una limosna o se le pregunta por la salud a la vecina del quinto.

Hay vida más allá de uno mismo, afortunadamente, y más vida en la que, además de crecer por dentro, por fuera y hacia los lados, ayudamos a que los demás lo hagan de la misma manera: “El tiempo compartido es un tiempo multiplicado”, Daniel Innerarity, y más agradecido.

Hay vida más allá del fútbol, menos mal, porque hay largas temporadas, por no decir todas, que parece como si no hubiera otra cosa en la vida, hasta en la sopa, y no hay tertulia, lunes, martes y miércoles…, en la que nadie se salve del tema en cuestión, y uno, que disfruta de algunos partidos y algunas jugadas, piensa que no puede ser sano para ninguna mente humana no tener en la cabeza más que fútbol, toros, el resentimiento de Belén Esteban y sus acólitos publicistas y la partida de mus.

Hay vida más allá del sexo y del amor y de la pareja y de la familia y de la amistad y de la felicidad y del dolor y de la fiesta y del trabajo y del juego y del sueño y del olvido…

Hay vida más allá de la muerte, piensan todos los que creen en el más allá, es bello sueño, y si llega a ser realidad, hermosa realidad, y los que no creen que haya vida tras la muerte son felices pensando que tras su muerte seguirá saliendo el sol, rodando el mundo, brotando de forma espontánea la alegría y la bondad en la buena gente y que todos cuanto les querían les recordarán con especial cariño… y ya es bastante.

… Si tengo humor, ganas y lo juzgo oportuno, cuando pasen los eventos que se avecinan, subo un artículo que he escrito hace unos días al calor de unas declaraciones y un artículo del teólogo Juan José Tamayo, porque hay vida más allá de la Jornada Mundial de la Juventud.