domingo, 17 de julio de 2011

TREMENDO, TREMENDA

• Es tremendo escribir artículos, uno sí y otro también, con la misma insidia, idéntica monserga y similares exabruptos e insultos (el insulto, decía hace unos días un escritor, no recuerdo quién, es una especie de asesinato, o algo así), pero ¿es menos tremendo leerlos de continuo y regocijarse y aplaudir el buen estilo del columnista?

• Es tremendo estar implicado, aunque sea presuntamente, en incorrectas maneras de actuación que pasan la línea de la decencia muchos pueblos, pero, estando así las cosas ¿no es tremendo que algunos ciudadanos, muchos a bien decir, sigan mirando para otro lado y les sigan votando y ganen por mayoría absoluta? Explícamelo, por favor, si eres tú el que les votas.

• Es tremendo hacer chistes bobos de baba sobre mujeres que se dedican a la política, por el solo hecho de ser mujeres, o sobre homosexuales, por el mero hecho de serlo, pero ¿no es tan tremendo o más reírse a carcajada servil y aplaudir el chiste de turno y tedio?

• Es tremenda la vieja costumbre de los señores de horca y cuchillo o partidarios del derecho de pernada, que les persigue desde el cuaternario hasta fechas recientes, como el multimillonario Dominique Strauss-Kahn, dueños de haciendas y que se creen asimismo amos de toda clase de mujeres, sean periodistas o sirvientas, pero ¿verdad que es tremenda la defensa airada de amigos filósofos y un 50% de franceses que le votarían si se presentase para presidir el gobierno de la nación? ¡Qué bueno el artículo del domingo 17 de julio de Mario Vargas Llosa en EL PAÍS, Derecho de pernada!

• Es tremenda la crisis económica con todas sus secuelas de paro y desamparo, ¿pero no son más tremendas la desfachatez y la desvergüenza de quienes se llevan a sus cuentas esos sueldos y sobresueldos millonarios?

• Es tremendo… o tremenda… puedes seguir…

1 comentario:

Gaudencio dijo...

Es tremendo observar como, cuando carecemos de otras razones, el raciocinio se nos escapa hacia las partes pudendas, con el resultado que es de esperar.

Y tremenda es la reacción que se produce en ese momento, porque enseguia recurrimos a los más bajo que se puede recurrir: saqueador de tumbas...expoliador...déspota...en fin, al insulto. ¿qué sería de algunos, siempre muchos, políticos; algunos, siempre muchos, periodistas...etc.etc.etc. sin el recurso del insulto? ¡Pues que se quedarían sin sus "razones".

Saludos para todos