domingo, 10 de abril de 2011

DESTROZAR EL LENGUAJE

En un artículo reciente, la catedrática de Ética y Filosofía Política, Adela Cortina, escribía sobre el saber decir y terminaba su discurso sobre el vicio de destrozar el lenguaje, y estando de acuerdo con ella, he querido alargar la reflexión, porque me parece mucho más lamentable destrozar el buen uso de la razón, que se pierde, cuando en lugar de utilizarla razonando y ofreciendo argumentos se utiliza para insultar y tratar a degüello al adversario o al que piensa sencillamente de forma distinta a la nuestra.

No frecuento a esta gente de la jauría mediática, y lamento usar esta expresión, pero lo comprenderás después de lo que viene a continuación.

A través de otro medio conozco los vituperios y expresiones lamentables de un estilo barriobajero y zafio día sí y día también:

Gabriel Albiac: “Rubalcaba, un viejo zorro herido, con serias oportunidades de que el Faisán lo lleve allá adonde llevara el GAL a su colega Barrionuevo, a poco que los jueces se le pongan bordes”.
Juan Manuel de Prada: “En la institución familiar y en las relaciones entre hombres y mujeres ha introducido el veneno de la ideología de género, en la escuela ha fomentado la corrupción y el igualitarismo, en la frágil convivencia nacional ha introducido la cizaña de la llamada ‘memoria histórica’…” Y así sigue, con la descripción del tsunami Zapatero, tan arrasador…
Carrascal: “Este hombre, me refiero a Zapatero, lo ha confundido todo y no ha arreglado nada. Lo peor es la lastimosa situación económica, social y moral en que deja España”.
En La Gaceta del domingo destacamos el título de la portada: “Este individuo por fin se va”.
En Libertad José García Domínguez leemos: “Tras la espantá del Curro Romero de la socialdemocracia flácida, ese espectro feminista que arrastra su pesar por los pasillos de La Moncloa, está por ver que se haya abierto el proceso sucesorio… Y es que en la cúspide de una iglesia de estricta obediencia leninista, cual siempre ha sido el PSOE, solo cabe una cabeza –aun de chorlito–, jamás dos”.
Antonio Burgos: “Yo no me creo que este tío vaya a coger a sus Sonsoles y a sus niñas góticas y se vaya a largar, con lo encantado de haberse conocido que está (…) Revalidó el poder cuando España chorreaba literalmente sangre de las mochilas de Atocha, que aquí nos olvidamos muy fácilmente de los muertos si son a cientos: los 900 de la ETA o los 192 de vaya a usted saber quién en el 11-M. Sobre esa sangre, volvió a ganar las elecciones…”
Pío Moa: “Se va el mamarracho indecente”. “Rodríguez carece de cualquier altura intelectual, pero es también un iluminado, o sea, un perturbado (…)
Fernando Sánchez Dragó: “No descorché champán cuando murió el Caudillo. Alegrarme, sí. Aquella muerte me llenó de júbilo. El sábado sentí algo muy similar a lo que había sentido aquel 23 de noviembre”. (20 de noviembre querría decir).

Y así hasta el infinito, en un día cualquiera de un mes similar a otro mes, pero para qué más botones, si con uno hubiera sido suficiente para ver cómo se trata de destrozar de manera lamentable el lenguaje, aunque incomparablemente queda más hecho añicos el buen uso de la razón y la decencia. Y ya sabes, porque me lo habrás oído, que no soy militante de ningún partido.

3 comentarios:

Óscar dijo...

No hace falta ser militante de ningún partido, para sentir repugnancia ante tanto odio y visceralidad acumulada. No es pasión, no es periodismo, no es opinión, no es información, no es responsabilidad, no es ciudadanía activa (lugar donde debe estar el periodismo, abriendo mentes, e hilos de comunicación)... ¿Qué es esto entonces? He dicho odio, pero... ¿Es sólo odio? ¿Es sólo zafiedad? ¿Es sólo mierda (y perdón por manchar el Blog)? Ahí va mi respuesta: En 2011, no hace falta montar una Guerra Civil manchándose las manos de sangre. Basta con manchar el aire y el papel con ira.

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Gracias Óscar, por estar ahí, de forma tan clara, tan valiente y tan estupenda. Naturalmente que no hace falta ser militante de ningún partido, solo de la vida y ya es bastante, pero yo avisaba a navegantes que en lugar de dar importancia a los hechos y argumentos miran al dedo cuando les dices que miren a la luna.
Un abrazo

Óscar dijo...

Respecto a los medios de comunicación de masas, concretamente los que no aportan nada más que odio, conviene seguir las palabras de Hessel, el activista nonagenario francés, en su pequeño alegato "¡Indignaos!", donde invita a una "verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación que no proponen otro horizonte que el consumo de masas, el desprecio hacia los débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultrana del todos contra todos". Creo que a todos se nos vienen a la mente muchos de estos medios, que en España tenemos a patadas.