jueves, 17 de junio de 2010

MUJERES AL CARGO DE LOS NIETOS, LOS HIJOS Y LOS PADRES

Estamos posiblemente frente a la última generación de mujeres más generosas que ha tenido este país, un hecho que nos están recordando algunos expertos sociales en temas sociales.

La esperanza de vida crece, las pensiones quedan congeladas y hay menos hijos para atender a las necesidades de los padres y los abuelos. Aunque al día de hoy hay que reconocer la labor ingente que están llevando a cabo muchas mujeres metidas en años con el peso de sus mayores. Hay un dato revelador como el del número de plazas de residencias de ancianos en 2009 que tan sólo llega al 4`31%. De ahí que sean las familias las que cargan con la tutela y cuidados de sus mayores dependientes. Y de ahí también que la sociedad debería estar agradecida a estas mujeres que como dice la catedrática de sociología de la Universidad Carlos III, Constanza Tobío, están ayudando a la sociedad a modernizarse cuidando nietos y aceptando, sin dramatismo, que a ellas no las cuidarán sus hijas y que ésta es la generación que más dado y que menos está recibiendo. Más aún, estas mujeres, muchas de ellas, entradas en años, están al cargo de los nietos, de los hijos que no acaban de irse de casa y de los abuelos.

¿Qué pasará cuando estas mujeres desaparezcan? Una pregunta que tendrá que hacerse con urgencia nuestra sociedad actual. Ya, de hecho, la preferencia por los cuidados familiares cuando necesiten ayuda ha caído entre las mujeres 11 puntos, desde 1993, de un 75% a un 64%. Y también ha descendido el deseo de quienes en 1993 quería que a la vejez les atendieran sus familiares, del 84% al 63%. Son muchas las causas: un cambio de mentalidad, los cambios sufridos en el modelo de familia tradicional, la incorporación al mercado laboral de la mujer, la independencia de los mayores al disponer de una pensión propia, la imagen negativa de los asilos y casas de caridad ha cambiado por unas residencias modernas acogedoras, las tareas de acompañamiento de inmigrantes… y aun cuando la inmensa mayoría sigue queriendo vivir el mayor tiempo posible en sus casa desean que la administración ponga a su servicio profesionales de apoyo. Pero está claro que al final la oferta deberá ser mucho mayor en cuanto a residencias se refiere, como a centros de día, pisos tutelados y complejos de viviendas y servicios socio-sanitarios comunes que se van poniendo en marcha progresivamente.

Pero sí, habrá que ir diciendo adiós, como dice la periodista, Carmen Morán, en un estupendo y bien documentado reportaje en EL PAÍS, a esta última generación de mujeres muy generosas, sobre la que ha recaído el gran peso de atender a la vez a sus padres, seguir cuidando de sus hijos ya mayores, porque no acaban de irse y emanciparse, y echar una mano a sus nietos dedicándoles horas y días.

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