domingo, 16 de mayo de 2010

SALDREMOS DE ESTA CRISIS, PERO MUCHOS, AY, QUEDARÁN EN LA CUNETA

(Escribí esto hace tres o cuatro meses y me parece que es el momento de sacarlo de mis cajones, porque en estos días me da apuro hablar de otros temas)

De las crisis se termina saliendo y de ésta también, antes o después, pero aunque este aserto es fundamental, hay que añadir algo no menos importante, para no caer en un cinismo descarado, y lo hago en forma de pregunta:
¿Cuántos caerán en el camino contando los que ya han caído?
En la crisis del 29 hubo dos hechos muy significativos que ayudaron a salir: uno, positivo, las industrias norteamericanas; el otro, negativo, los 60 millones de muertes de la Segunda Guerra Mundial. Se salió de la crisis, pero ¿a costa de qué y de quién? Éste es el tema de la cuestión, lo demás son rodeos o milongas.
Hace días, me invitaron a hablar del Asociacionismo y la participación en nuestra sociedad actual y comencé, precisamente dando unas pinceladas sobre la crisis abriendo el abanico para ver al menos parte del bosque que resumo aquí y ahora:

1.- Crisis económica. Sufrimos, a nivel mundial, una de las mayores crisis económicas de los últimos años, y a nivel nacional, preocupante. Pero saldremos.
2.- Crisis política, quizá más grave, porque atenta a los valores democráticos. Partidos políticos que miran para otro lado cuando se quema la casa y en lugar de verse como adversarios se miran con odio visceral de enemigos a quienes destruir.
3.- Crisis de la sociedad. Se mira también para otro lado, no se castiga con los votos a quien comete delitos y se cae en el fácil tópico de que “todos son iguales” y hasta estar convencidos, muchos, de que se haría lo mismo en circunstancias similares. ¿Frivolidad, desvergüenza y desfachatez?
4.- Crisis de las administraciones locales. No se cuenta lo debido con la ciudadanía para el gobierno de la ciudad y los pueblos. Se dejan empantanados algunos proyectos y se ponen en marcha otros que casi nadie entiende. Ejemplo: El Cerro de las Contiendas y el Centro Polivalente de Huerta del Rey ¿para cuándo? y la construcción del subterráneo de García Morato y ampliación de la Avenida de Salamanca ¿por qué? (Hablaba lógicamente de Valladolid, mi ciudad, para que nadie pensara que me refería a los problemas de la estratosfera o de Pernambuco).
5.- Crisis de la Iglesia y las Iglesias. Una de las crisis más profundas de todos los tiempos porque se enfrenta a la mayoría de edad de creyentes y agnósticos y en lugar de mirar la Iglesia Católica a Jesús de Nazaret mira para otro lado: las células madres, el divorcio, la homosexualidad, el aborto, la eutanasia… ¿Quién lo entiende?
6.- Crisis del Asociacionismo y de la participación. En lugar de ser testigos de nuestro tiempo, en lo social y cultural, montamos primordialmente academias de baile y macramé… Contrasentidos y contradicciones y esperando que los demás se mojen.

Y acudí a una frase que levanta el ánimo: “Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo”. Julio Cortázar. Porque de animar se trataba, a tomar parte en las tareas de las asociaciones y los movimientos sociales.

Pero volvamos al inicio sin perder de vista la panorámica global que he pergeñado, simplemente como ciudadano de a pie y experto en nada. Y ello para recalcar la idea de los perdedores, porque no me vale, no debe valernos, solamente, quedarnos en un solo lado de la moneda y de que saldremos, de “la buena crisis” (hay un libro con ese título que se vende como rosquillas, que he leído, pero también el humo se vende y los best seller de humo y fantasías para entretener el rato, sin negar que en el libro y los best seller haya cosas acertadas).
Porque saldremos, pero ¿habremos aprendido la lección?, no lo tengo tan claro y, dado que el sistema que nos ha traído estos lodos ha hecho agua por todos los lados, ¿daremos con otros paradigmas globales, nuevo sistema con otros valores que hablan mucho más de redes sociales y comunitarias donde más y mejor compartir y cooperar, ser más austeros… para salir mejor pertrechados, menos consumidores, muchos menos destructores del medio ambiente y todo lo que nos rodea por arriba, por abajo y por los lados, y con un control más eficaz para que haya menos lobos rapaces?
Todavía somos muchos a los que apenas nos ha tocado ni de refilón la crisis económica, aunque nadie está seguro de nada, pero en quien hay que pensar es en los que van cayendo y todo lo que hemos ido destruyendo a un ritmo de locos sin frenos ni medida y es hora de parar, enmendar y enderezar los caminos triturados, no creernos nunca más los dueños absolutos y reyes de la creación, y empezar a vivir con mucha mayor austeridad cayéndosenos la cara de vergüenza cuando entre todos permitimos que siga habiendo millones de seres humanos en la más absoluta de las miserias: por ejemplo, que millones de personas vivan con un euro al día y algunas ni eso.

Esto es lo que vienen a decir expertos convocados por la Fundación del Banco de Santander en un ciclo sobre El mundo que viene: las huellas de las crisis. Allí se habló en concreto de la necesidad de un Gobierno mundial y de la cooperación internacional; de que el futuro será más estable y feliz con una política de redistribución eficaz, en donde la desigualdad, la injusticia y la miseria se hace ya menos tolerable que nunca; de una explotación más racional de los recursos naturales; de una enseñanza de esta crisis que dice que en las acciones globales o ganamos todos o todos perdemos; que no sólo el paradigma económico necesita revisión; también en el ámbito de la empresa, la gestión, las relaciones entre empleadores y empleados o la sustitución del líder carismático y su poder piramidal por el poder de los muchos y su fuerza horizontal. El escritor, Vicente Verdú, que analizaba en profundidad estas Jornadas terminaba en un amplio reportaje diciendo que la traducción, la interpretación, la mixtura, la fusión, la integración, la cooperación son los términos de nuestro tiempo y que el futuro está en la red y que no hay avance en el conocimiento sin el saber de la muchedumbre. Y el escritor libanés Amin Maalouf, en su reciente libro El desajuste del mundo, aboga precisamente por una nueva escala de valores y dar un vuelco a la situación actual en donde la cultura y la educación adquieran un lugar prioritario.
Nuevo sistema, otro modelo de vida y nuevos valores son el reto en los próximos años para salir de verdad de la crisis y que muchos menos queden en la cuneta sin beneficiarse para nada de la Sociedad del Bienestar a la que todos aspiramos.

Y añado, para terminar, en la mañana de hoy mismo, después de la que acaba de caer: bien, eran medidas necesarias, pero que haya más medidas, cuanto antes mejor, para los que más tienen, los que más ganan y los que más despilfarran; que no quede nadie sin aportar su granito o su montón de arena o de trigo. Y que los partidos políticos piensen menos en las elecciones y más en el país de todos, hoy, aquí y ahora.
Y perdón por haberme alargado tanto.

1 comentario:

Xoán González dijo...

Mi amigo Angelus me pasó hace unos días el enlace de un blog sobre unas reflexiones a propósito de ese 5%... te lo adjunto(http://ahdelavida.blogspot.com/2010/05/y-ti-que-te-parece.html)
junto con un abrazo.