martes, 16 de diciembre de 2008

A LA SOMBRA DE LOS GRANDES












Siempre me ha gustado cobijarme a la sombra de los mejores e intentar, como aprendiz permanente, alargarla con mis reflexiones y aportaciones y en los últimos años con mayor insistencia. Me divierto, aprendo y me siento creador y alumno, casi - casi aventajado o por lo menos a eso aspiro.
En estos últimos días me ha llegado la sombra, que siempre es luz y testimonio lúcido y de la escuela del Humanismo, de Manuel Oliveira, 100 años recién cumplidos, director de cine; de Clint Eastwood, 78, actor y director; Rita Levi, 99, neuróloga, premio Nobel de Medicina y el Cardenal Martini, 81, que no entiende por qué Dios hizo sufrir a su Hijo en la cruz, y quién lo entiende, pero es hermoso y propio de una mente inquieta y que piensa por propia cuenta, que se lo plantee. Bastantes hay en su Iglesia que se ponen las orejeras y ya no saben más ni se preguntan nada, y queman todas las preguntas elementales de cualquier hombre libre y adulto.
Pero vayamos por partes y pasemos revista a cada uno de ellos:

- Manuel Oliveira, 100 años recién cumplidos, director de cine, quien celebró su cumpleaños trabajando en su última película, que es lo que más felicidad le da y ya está pensando en comenzar a rodar la próxima. "Dejar de trabajar es morir. Si me quitan la cámara, me muero", declaraba recientemente impaciente por continuar el rodaje de ('Singularidades de una chica rubia'), adaptación de un cuento del gran novelista Eça de Queiroz. A Manuel Oliveira se le considera un vanguardista por la audacia y la heterodoxia que destila toda obra. Y tiene 100 años, recién cumplidos.

- Clint Eastwood, 78 años, actor y director, duramente criticado hasta cumplir los 60, hoy como actor y director no sólo acapara todos los premios, sino que es respetado y valorado por la crítica y por el público. “Disfruto mucho trabajando, dice, y mi familia me acompaña siempre”. Estrenará en breve dos películas: El intercambio y Gran Torino y tiene en proyecto hacer una película sobre Nelson Mandela, “un gran líder, ha manifestado, para un tiempo turbulento. Un hombre digno y ejemplar”.

- Cardenal Martini, 81 años, que sin pelos en la lengua sostiene que “la Iglesia debe tener el valor de reformarse”, elogia a Lucero, dice que debe discutirse la posibilidad de ordenar de sacerdotes a hombres casados y a mujeres, pide un nuevo Concilio para concluir las reformas aparcadas por el Vaticano II y de la homosexualidad piensa lo siguiente: “Entre mis conocidos hay parejas homosexuales, hombres muy estimados y sociales. Nunca se me ha pedido, ni se me habría ocurrido, condenarlos”. ¡Qué distinto este pensar de la mayoría de los obispos españoles! Y se trata de un Cardenal de la Iglesia Católica, Carlo María Martini.

- Rita Levi, 99 años, Premio Nobel de Medicina, mi adorable y maestra a quien cito con frecuencia. Esto decía a sus 95 años, en su libro El as en la manga: “No debemos vivir la vejez recordando el tiempo pasado, sino haciendo planes para el tiempo que nos queda, ya se un día, un mes o varios años, con la esperanza de poder realizar unos proyectos que no habíamos podido acometer en los años juveniles”. Y hace dos meses estuvo en Madrid y hablaba así: “Es ridículo obsesionarse por el envejecimiento. Mire, mi cerebro es ahora mejor que cuando era joven”. Cómo no enamorarse de una mujer así y considerarla maestra.
¿No les parece que es importantísimo ponerse a la sombra de estos sabios currantes y, a la vez , innovadores y críticos?

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