sábado, 18 de octubre de 2008

¿PODEMOS PRESTAR ATENCIÓN A VARIAS COSAS A LA VEZ?





Las mujeres dicen que eso para los hombres es imposible y yo pensándolo bien les doy la razón y se la quito.

Tienen razón en lo que ellas piensan porque es claro que la inmensa mayoría en ese campo tropezamos, somos excesivamente simples, no damos más de sí, somos un poco chapuzas en aquello que ellas son expertas y además se esmeran, tienen paciencia, le echan coraje y exquisitez y pueden hacer varias cosas a la vez, prestarle atención, como toda la vida han hecho y hacerlo bien.

No tienen razón cuando hay que concentrarse y tanto ellas como nosotros no damos más de sí, no estamos programados para tanto, y pongo algunos ejemplos de la vida cotidiana, a no ser que me suceda sólo a mí, y entonces me callo, después de explicarme: poner música de fondo y escucharla decentemente y de manera provechosa, cuando estás cocinando, fregando, planchado, trabajando en el huerto, arreglando muebles y cosas por el estilo, puede resultar y es posible prestar atención a las dos tareas, pero leer concienzudamente y no digamos escribir, u otros oficios similares, es otra historia, llegan momentos que te concentras tanto, porque lo necesitas, que ya puede estar la tele a todo volumen, excesiva algarabía a tu alrededor, que si estás entregado plenamente a la faena, no te enteras más que de lo que estás haciendo en profundidad. Y eso es bueno y absolutamente necesario para salir airoso y que el resultado sea digno.

Quiero con ello decir que para escuchar música a fondo hay que escuchar sólo y nada más que música y si ves a los músicos y cantantes mejor que mejor, de ahí que el directo sea siempre incomparablemente mejor que el enlatado, por muy buena que sea la audición.

He estado estas últimas noches pegado a Internet, viendo algunos vídeos de dos cantantes fabulosas: Mayte Martín y Pasión Vega y de algunas excelsas violinistas y he llegado a la conclusión expuesta. Si quieres escuchar de verdad música hay que escuchar música y sólo música y poner los cinco sentidos en ello y la mente despejada y atenta, por eso la vista es fundamental para una buena audición.

Tuve la ocasión de ver no hace mucho a las dos cantantes citadas, en el teatro Calderón, y además de disfrutar de sus voces prodigiosas, pudimos contemplar dos espectáculos extraordinarios. Mayte Martín necesita concentrarse tanto y acompañar a su voz casi siempre con los ojos cerrados. Recreaba sus canciones la bailarina, Belén Maya, dando mayor colorido y belleza al concierto. Pasión Vega dramatizaba cada canción y se servía siempre de algún objeto perfectamente acoplado a cada canción y a la propia cantante: un abanico, un paraguas, unas flores, un bastón, un mantón de Manila, pañuelos… Las dos artistas te obligaban a estar con todos los sentidos y el alma a punto y era la forma de no perder ni un sólo detalle, y lo más importante: totalmente concentrados, disfrutar hasta el fondo de la belleza a través del oído y la vista.

Podemos prestar atención, las mujeres más, a varias cosas a la vez, pero depende de qué cosas y si de concentrarse se trata para escuchar música, por ejemplo, para sacarle provecho y gusto, ya es otra cuestión. Y el colmo de los colmos se da en los lugares juveniles de copas en donde la música atronadora, no puede escucharse y sólo permite monosílabos y comodines al uso: si, no, tío, tía, superguay, mogollón y alucine. Y así no hay manera de prestar atención a nada ni de llevar una conversación mínimamente decente.
No se puede ni se debe hacer varias cosas a la vez en profundidad, así que, queridísimas amigas, menos lobos, Caperucita.

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