PREGUNTAS Y MÁS PREGUNTAS

· El niño preguntón, que va siempre conmigo y mete la nariz en todas partes, se pregunta y me pregunta:

… ¿Por qué el autor del Génesis entendía que había un árbol del que no se podía comer su fruta? Y una vez probada, ese mismo autor, hace preguntar a Dios: dónde están. Si Él lo sabe todo, ¿a qué viene ese pregunta? y describe a un Dios vengador expulsando a Adán y a Eva del paraíso y les condena multiplicando sus trabajos y miserias, a parir con dolor y estar bajo la potestad del marido, a Eva; maldice la tierra de Adán que, desde entonces, por tamaña villanía, producirá espinas y abrojos. Es terrible y terrible la maldición: polvo eres y en polvo te convertirás. Y así por los siglos de lo siglos amén.

... El niño que me persigue, sueña, corre y piensa conmigo, sigue haciéndome preguntas entre el dolor y la extrañeza: ¿cómo es que los hombres que estuvieron en el vientre de una madre, que concentra a todas las mujeres y hombres que fueron, son y serán, son capaces de tratar mal, maltratar y hasta matar a algunas de esas mujeres?

... Y, ¿cómo es que las mujeres, en general, que les entusiasmaría ser sirenas antes que ballenas, cuando les enfrentas al espejo de unas y otras y les dices que las ballenas siempre están rodeadas de amigos, tienen poderío, libertad, son amigas de los delfines, gozan de un vida sexual sana, se embarazan y tienen ballenitas, se lo pasan en grande comiendo camarones, surcan los mares y conocen lugares maravillosos y que las sirenas son sólo una quimera, no existen, y si existieran, vivirían en una crisis existencial permanente ¿soy un pez o una mujer?, no tienen hijos, pues matan a los hombres que se encandilan con su belleza, son bonitas, pero tristes y solitarias, huelen a pescado frito y no tienen un hoyito como salvavidas, rápidamente, sin excepción, desearían ser ballenas con todas las de la ley antes que sirenas? (Corre en Internet un ppt precioso sobre este tema)